Los Titanes de Tennessee, tras un dramático triunfo ante Houston viniendo de atrás, se mantienen con paso perfecto en la presente temporada.

Más allá de que las investigaciones de la oficina del comisionado presuntamente encontraron violaciones al protocolo para prevenir contagios de Covid-19 que podrían desembocar en fuertes sanciones para la institución, dentro del terreno de juego, el equipo que dirige Mike Vrabel se ha consolidado como un peso completo de la Conferencia Americana.

Los triunfos ante Patriotas y Cuervos en las dos primeras rondas de los Playoffs del 2019, y el hecho de haber tenido a los Jefes contra las cuerdas en el juego por el campeonato de la Conferencia Americana, fueron la primera muestra del potencial de este equipo.

Y aunque cuatro de los cinco triunfos que tienen hasta el momento fueron ante equipos con marca perdedora, la forma en la que le pasaron por encima a los Bills y la capacidad de respuesta mostrada ante los Texanos, confirman que volverán a ser un hueso muy duro de roer en Postemporada.

A estas alturas, para nadie es un secreto que el éxito de la ofensiva se basa en un potente ataque terrestre encabezado por Derrick Henry.

Su capacidad para desgastar a las defensas rivales conforme avanza el partido es única, y tras haber sido el líder corredor de la NFL en el 2019, todo parece indicar que volverá a ser el número uno en yardas por tierra en la presente temporada.

Sin embargo, más allá del peso específico de Henry, hay que señalar que Ryan Tannehill se ha convertido, a partir de que Vrabel se arriesgó la titularidad el año anterior, en uno de los mejores mariscales de campo de la Liga, dejando atrás su irregular paso por los Delfines de Miami.

Finalmente, Mike Vrabel sigue demostrando que nadie conoce y aprovecha los vericuetos del reglamento mejor que él.

Como la muestra más reciente de lo anterior, está el castigo que cometió de manera intencional para detener el reloj, regalarle un primero y diez a los Texanos, e incrementar las posibilidades de que su ofensiva tuviera la oportunidad de empatar el partido en la recta final.

Aunque Mike Vrabel nunca trabajó directamente como parte del staff de entrenadores de Bill Belichick, su relación con Bill O'Brien y Romeo Crennel en Houston, así como su paso como jugador por los Patriotas, lo convierten, de alguna forma, en parte del "árbol de entrenadores" del popular monje.

Y aunque su carrera apenas empieza, todo indica que él podría ser el primer egresado de esa escuela en tener éxito como entrenador en jefe.

 
Twitter: @JosePabloCoello