Resulta evidente la abierta promoción de la mediocridad a partir del sistema de competencia.
Si tradicionalmente ubicarse entre los OCHO primeros en la Fase Regular ha sido suficiente para seguir aspirando al título prácticamente con las mismas probabilidades de éxito que las contempladas al inicio del torneo, ahora ese peculiar y centavero sistemita les permite a los equipos acceder a la Fase Final simple y sencillamente cumpliendo con un pequeñísimo requisito: terminar entre los primeros DOCE.
En este momento es el Puebla el equipo ubicado en ese lugar 12 que le permitiría instalarse en el revivido "Repechaje"; para que después, en caso de ganar ese único partido que jugaría como visitante contra el quinto lugar de la tabla, pudiera meterse a la tradicional Liguilla de los "mejores" ocho, en la que ya se sabe que a final de cuentas puede imponerse cualquiera.
¿Y saben cuántos puntitos separan en este momento a ese lugar 12 de los lugares 17 y 18, últimos de la tabla, ocupados hoy por el San Luis y el Necaxa respectivamente?
¡Ni más ni menos que DOS!
Es decir, que en este sui generis futbol mexicano puedes estar en el último lugar después de haber jugado el 59 por ciento de los partidos de la Fase Regular (10 de 17), y aun así seguir abrigando esperanzas de "clasificar"; y por lo tanto, de ser campeón.
Como única parte positiva de ese reinstaurado "Repechaje" que evidentemente acentúa la promoción de la mediocridad e inhibe la búsqueda de la excelencia, está el aliciente extra que ahora representa el ubicarse entre los primeros CUATRO, algo que la mayoría de los equipos parece no entender.
Mientras que del 5 al 12 estarán obligados a encarar el mediocre "Repechaje" (con la ventaja del 5 al 8 de jugar como locales), los primeros CUATRO se instalarán directamente en los Cuartos de Final, en los que además contarán con la ventaja de cerrar en su cancha. Casualmente, cuando quedan 7 jornadas por jugarse, la mayor separación entre un lugar y otro de la tabla es esa de CINCO puntos que existe entre el cuarto y el quinto. En todos los demás casos hay cero, una o máximo 2 unidades de distancia con respecto al equipo ubicado apenas arriba.
O sea que será precisamente el más atractivo de los duelos de la Jornada 11, la sabatina edición del Clásico Nacional entre el América y las Chivas, el que nos permita descubrir en gran medida si de aquí hasta la Jornada 17 esos cuatro primeros lugares conservarán la ventaja o se pondrán al alcance de otros. Porque con sus 20 unidades, el América ocupa el cuarto lugar, y para fines prácticos podemos decir que con sus 15 las Chivas comparten el quinto con el Pachuca.
Aparentemente sólo el León, el Cruz Azul, más o menos el América y sobre todo los Pumas (estos últimos -pero en realidad primeros- habiendo realizado hasta el momento la más meritoria de todas las campañas) han entendido la importancia de ubicarse entre esos primeros cuatro lugares.
No por el simplista "argumento" de que ahí estén, sino por la clara diferencia en el rendimiento de esos cuatro equipos en comparación con el de los otros 14, cabalmente plasmada en los números.
¿Algún otro que de veras aspire a ubicarse en uno de esos cuatro lugares y sea capaz de jugar en consecuencia?
Si lo hay, se está tardando.
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