Juan Alvarado resaltó que cada equipo tiene hábitos y el jugador se mimetiza con esos hábitos. FOTO: Mexsport

A La Máquina le faltó personalidad para evitar algo que ya trae en su ADN: cruzazulearla.

Si Pumas logró llegar a la Final a pesar de lo complicado del panorama fue porque los futbolistas de Cruz Azul no tuvieron la capacidad de mantener sus habilidades en el campo a pesar de las adversidades.

"En el deporte están los factores condicionales, técnicos, tácticos y el de la personalidad. Aunque todos los equipos tienen un psicólogo, estos no tienen la fuerza técnica para poder realizar procesos de entrenamiento de personalidad para que los jugadores sean capaces de mantener su habilidad, algo que yo lo denomino como 'modo depredación'.

"La depredación es una conducta aprendida la cual permite a la persona moverse con un rictus de tratar de imponerse al rival y repetirlo la mayor cantidad de veces durante el partido, cuando los atletas no están entrenados en este modo depredación y tienen que sobreponerse a una sensación bioquímica desfavorable, de dolor, incertidumbre, frustración, no lo van a poder hacer jamás", declaró a CANCHA el doctor Juan Alvarado.

La historia también juega un peso importante, pues cuando el futbolista llega a una institución que no ha podido sacudirse de una malaria como la que carga Cruz Azul, se genera una adquisición cultural en la que el individuo se mimetiza con el entorno.

"Cada equipo tiene hábitos y el jugador se mimetiza con esos hábitos. Aquí las cruzazuleadas son parte de este habitus que se ha estado consolidando, si no se trabaja de forma científica, las posibilidades de repetir son inmensas", declaró el fundador de Grupo Colegiado, expertos en psicología deportiva.


@FEsquivelCANCHA