El pasado 25 de octubre se realizó la maratón de Aguascalientes, la cual, pese a la pandemia, se mantuvo firme, anunciando que la efectuarían con las medidas necesarias, suscitando un mundo de opiniones de la gente runner; confieso, fui uno de los 2 mil 500 que la corrimos.
De entrada, los organizadores pidieron un certificado médico, la entrega de kits fue con diversos filtros donde la temperatura era medida sin el riesgo de que a alguien "le mataran el recuerdo de ese amargo amor".
En la maratón sanitizaban constantemente, no se podía ingresar sin cubre bocas, no hubo calentamiento en los bloques de salida, las y los corredores estábamos distanciados por pegatinas en el asfalto, siendo un disparo de salida por fila.
Se nos pidió correr en X, cosa que nadie intentó, la hidratación era de autoservicio, se restringió la asistencia de gente; si bien, sobraban contenedores de basura, no faltó quien no tuvo la capacidad de hacerlo correctamente; durante la carrera el contacto humano fue inevitable.
No tengo duda de que las y los organizadores hicieron todo lo posible por lograr una maratón segura, pero como todo, se empieza por uno y, quizá, después podamos ser todos los que logremos adaptarnos a una nueva vida, con disciplina y responsabilidad.
Twitter: @adrianmirandaes |