Urías y González se convirtieron en la segunda dupla de lanzadores mexicanos en ganar la Serie Mundial; los primeros fueron Jaime García y Fernando Salas con Cardenales, en 2011. FOTO: Cortesía FOTOGALERIA 17

Julio César Urías y Víctor Aarón González le pusieron el toque final a su histórica actuación en la Postemporada 2020 de la mejor forma posible: montados en la lomita en el sexto y definitivo juego de la Serie Mundial.

González, pitcher ganador, y Urías, quien salvó el juego, se convirtieron en los mexicanos 12 y 13 que logran el título del Clásico de Otoño demostrando gran dominio a sus rivales.

Urías, de apenas 24 años, es el lanzador más joven en salvar un partido que le da la Serie Mundial a su equipo desde Steve Howe, también con los Dodgers, en 1981.

Es además el segundo pitcher en la historia con cuatro triunfos y un juego salvado en la misma Postemporada, algo que hasta ahora sólo había conseguido Madison Bumgarner para los Gigantes en el 2014.

Después de casi duplicar su relevo perfecto de tres entradas contra los Bravos en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, el originario de Culiacán, Sinaloa, es tan sólo el segundo serpentinero en la historia en cerrar dos juegos que le dieron series a su equipo en un mismo Playoff, lanzando dos entradas o más y no permitiendo que se le embasen corredores en ninguno de las dos presentaciones.

La victoria del Juego 6 fue para el nayarita Víctor González, quien tiró un inning y un tercio y ponchó a tres en labor de relevo en dicho encuentro.

Además, el lanzador de 24 años se convirtió en el cuarto nacional en ganar un partido de Serie Mundial, uniéndose a Aurelio López, Fernando Valenzuela y José Urquidy.

González lanzó por espacio de 1.1 entradas, pero de que manera con 3 chocolates de los 4 hombres que retiró.
Celebra González con su familia a distancia
Víctor González luego que terminara el encuentro celebró con su familia por videollamada el triunfo de los Dodgers.
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En un video que circula en redes sociales, se aprecia a los familiares de González reunidos en una casa y él en una pantalla de teléfono desde Texas.

El mexicano, que aún no abandonaba el estadio, conactó a sus parientes aún con el uniforme puesto.

Su familia se deshizo en elogios y gritos para González.

"¡Aquí estamos, hijo, felices, felices, mijo!", indicó uno de sus familiares.

"¡Te amamos!, Aarón!", le gritó otra de sus parientes.

Momentos antes, los familiares celebrabaron el triunfo de los Dodgers entre gritos, matracas y aplausos.