Todos transitamos entre la ilusión y la realidad. Por desgracia, lo que vale no son los sueños, no es el pronóstico, sino la verdad.
A un club como el Cruz Azul, incluso a la Selección Mexicana, normalmente se le aparece la tragedia. Para los soñadores, el shock es tan duro que todo lo ligan con la traición de parte de los actores.
Y esta pose es sólo una regresión a la infancia, donde de sopetón, tu madre te corta el maravilloso momento de seguir soñando, estrujándote para que abandonaras la cama porque ya era hora para ir a la escuela. Como dice el poeta, "por andar por las nubes uno se olvida del suelo".
Señores, si no nos asombra que la Selección de Martino le meta tres goles a los Estados Unidos, ¿por qué hacemos una tragedia cuando Argentina nos marca cuatro? Entiendo que los reclamos aparezcan de parte de los aficionados contra Araujo, Salcedo, Álvarez, "El Tata" y el resto de los mexicanos que jugaron, pero también deben aceptar culpas todos los analistas que no avisaron que esto podía pasar. Y cuando se exponen la expectativas no como son, sino como nos gustarían que fueran, a los críticos calificados sólo le queda refugiarse junto a la masa que se siente traicionada.
Hace 10 meses, Ferretti se metió a Argentina con Ochoa, Reyes, "Chaka", Araujo, Layún, Gallardo, Raúl Jiménez con otros mexicanos y en los dos partidos el dictamen fue 2-0.
El martes, la tómbola de lo posible le dio a Perú la victoria sobre Brasil que alineó a Casimiro, Firmino, Marquinhos junto a siete que están en Europa. Holanda goleó a Alemania en Hamburgo y los ejemplos sobran.
¿La Selección de Argentina es mejor que la de México? Ayer, hoy y por lo menos en los siguientes 10 años. Este 4-0 sólo fue un exagerado recordatorio por parte de la realidad.
La otra tragedia aconteció en Cruz Azul. Se fue Caixinha y según entendí, Peláez ya no está, pero igual le van a rogar para que regrese. Garcés es directivo, pero no los es, o algo así.
Al histórico Cruz Azul ahora lo gobierna la senectud. Pero en las últimas dos décadas, por más culpas que se llevaron entrenadores, jugadores y gerentes deportivos, sólo existe un común denominador: Los hermano Álvarez ("Billy" y Alfredo) con el abogado Garcés.
El circo que armaron en televisión, tristemente sin proponérselo, me arrastra a la siguiente conclusión: el club debe pasar a una administración profesional para que los dueños con todos sus hijos, dejen de operar al Cruz Azul.
Entiendo que son dueños, pero como en muchos negocios, sería mejor que sólo asuman el papel de accionistas y no de ejecutivos. Esto del futbol no se les dio y punto. Los 80 millones de dólares que dicen que gastaron en los últimos 24 meses, es el colofón.
PD. La expectativa es la madre de toda frustración. Un gran deseo no es suficiente.
Lo escrito, escrito está.
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