Si algo hacen la pandemia y el confinamiento es magnificar todo, hacerlo más grande: la necesidad de relacionarnos o aislarnos, de ordenar o no recoger, de beber y comer (o ni uno ni otro)... ejercitarnos, dormir o abrazar. El confinamiento también magnifica las angustias, inseguridades, temores, conflictos, obsesiones y fatalismos.

Es justo en esta época donde las dudas acerca de nuestro futbol mexicano toman fuerza, en especial con 4 puntos muy precisos: interrupción del ascenso y descenso deportivos en los próximos 6 años; desaparición al instante de la Liga Ascenso MX, creación de una nueva Liga "de expansión o desarrollo" y, paralelamente, surgimiento de la nueva Liga de Balompié Mexicano.

Por un lado, este tiempo de receso apareció como el momento justo para reacomodar las 2 Ligas principales de México, pero por otro, se les acusa de hacerlo sin tomar en cuenta todas las partes y sin posibilidad de reaccionar para los afectados.

Todo es más grande y todo se magnifica en este tiempo, lo que no resta gravedad al galimatías que la propia Liga MX desata, incluido el natural fortalecimiento de una Liga (LBM) que ya cuenta con 20 participantes en su Primera División y que busca conformar una Segunda y una Tercera categorías. Para ello necesita, principalmente, futbolistas, mismos que, de la noche a la mañana, han quedado en disponibilidad para decidir su futuro, aunque muy probablemente con un ingreso económico menor al acostumbrado.

Sí, la desaparición del Ascenso MX ha sido un golpe muy duro para ciertas plazas (como el actual campeón Alebrijes de Oaxaca, que perdió su derecho a jugar una Final ganada en la cancha) y para cientos de futbolistas. Pero lo cierto es que se trataba de una División que se enfermó de gravedad y no se hizo nada, ingresó a terapia intensiva y no se hizo nada, cayó en coma y no se hizo nada... hasta que murió como consecuencia del desinterés y hasta del retiro de varios clubes. Pero fue hasta que se levantó el acta de defunción, que se sintió la voz y el clamor de muchos afectados que incluso, con todo derecho, han salido a protestar. Todo en este tiempo se magnifica y, por supuesto, la incertidumbre también.

Algo se ha hecho muy mal desde hace varios años para que un País netamente futbolero, de norte a sur y de costa a costa, no sea capaz de contar con una Segunda División arraigada, competitiva y con suficiente afición. Los más poderosos buscan fortalecer su inversión y aunque se manden cartas a la FIFA en protesta por la medida ya oficial, lo cierto es que en México tendremos que acostumbrarnos a prescindir de uno de los ingredientes más exquisitos que año con año nos mantenían extremadamente interesados: el descenso.

La pandemia y el confinamiento han aumentado gradualmente nuestras sensaciones, pero al final de cuentas aparece una buena posibilidad laboral en la LBM para aquellos que no pueden continuar en el Ascenso. Además, existen 2 lugares disponibles en la Liga MX para quienes cumplan con los exigentes requisitos y entonces fortalecerán su inversión, como el resto.

 
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