Hablar de Tiger Woods y Phil Mickelson es referirse probablemente a los dos golfistas más importantes de los tiempos modernos. No sólo eso, también pueden ser los que más han inspirado a las nuevas generaciones del deporte de los bastones en todo el mundo.
Phil, quien acaba de cumplir 50 años en junio, públicamente agradeció a Tiger por haber sido su inspiración, ya que lo hizo reinventar su juego varias veces para poder estar a la altura. Por supuesto, que han tenido una rivalidad de más de 23 años, desde que se enfrentaron por primera vez en la última ronda del PGA Championship en 1997.
¿A qué me refiero con todo esto?, pues, bien, el domingo en el Zozo Championship del PGA Tour, donde Tiger era el campeón defensor, les tocó jugar juntos de nueva cuenta. En ese momento pensé que tal vez era de las últimas veces que podría ver en competencia a los antiguos rivales, y digo competir entre comillas, ya que quedaron muy lejos del ganador Patrick Cantlay, pero, aún así, ver a los dos juntos siempre es un agasajo, aunque ya se trataba más bien de una simple formalidad. Entre los dos suman 125 victorias en PGA, incluidos 20 "Majors".
Con el torneo del domingo suman 38 veces que se enfrentan. Tiger ganó en 19 ocasiones, contra 15 de Phil y 4 empates. Probablemente la más memorable sea la del Masters de 2001, cuando, al jugar juntos en el último grupo, Tiger se llevó la victoria, tirando 68 contra 70 de Mickelson, que acabó tercero, y le quitó la posibilidad de ganar su primer "Major". Y qué decir cuando el capitán de la Ryder Cup en 2004, Hal Sutton, tuvo la idea de ponerlos a jugar juntos, resultando en una dolorosa ronda para Phil en la que nunca encontró la brújula de su juego y Tiger se lo hizo saber en más de una ocasión con sus reacciones en el campo.
No siempre hubo cordialidad entre los dos miembros del Salón de la Fama del golf, más bien era una relación fría, que sólo se centraba en la competencia y cruzar unos cuantos saludos. Con el paso de los años, y la madurez de ambos, la relación ha mejorado al grado de que ahora han tenido un par de torneos de exhibición, donde se ve que todo ha quedado atrás. Tan es así que, al terminar la ronda del domingo, Phil declaró que Tiger le preguntó qué tal era la vida en el Champions Tour, pues a él aún le faltan cinco años (cumplirá 45 en diciembre) para poder acompañarlo en ese circuito, y que no debía comer ansias.
Estoy seguro que he podido disfrutar la mayoría de veces que se han enfrentado y ha sido muy gratificante, ya que para muchos golfistas de diferentes épocas ver a dos atletas que dejan todo en la cancha siempre es un gran espectáculo. Aunque, creo que este torneo pudo haber sido el último.
Me parece, en definitiva, que es la rivalidad más fuerte, después de aquellas grandes batallas entre Jack Nicklaus y Arnold Palmer, Bobby Jones contra Gene Sarazen, Byron Nelson contra Sam Snead y Ben Hogan, encuentros que muchos de nosotros no pudimos ver.
Ojalá pronto tengamos otras grandes rivalidades y que puedan durar muchos años más.
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