Sobran periodistas para darle entrada a nuevos futbolistas en la Liga, lo difícil es detectar a esos que viven del pasado y exponer su presente.
Sucedió cuando en un partido de la Copa por México, Paco Villa opinó que el tiempo de Oribe Peralta en la Liga MX había terminado. La explosión de indignación en Twitter y otras redes no se hizo esperar. Paco era el villano que los aficionados y periodistas sobreprotectores del futbolista querían para cenar.
Evidentemente, los defensores de Oribe tuvieron que recurrir al pasado y a la parte moral porque en el presente y lo intelectual están perdidos.
El delantero mexicano lleva un solo gol con Chivas y seis en los últimos cuatro torneos; con estos números el "Hermoso" ha sido relegado a la banca para convertirse en la quinta opción del ataque (Macías, Vega, Zaldívar, Ronaldo).
Es obvio que la razón está del lado de mi compañero Paco, pero entonces ¿por qué el comportamiento en redes sociales parece indicar lo contrario? La respuesta a ese difícil cuestionamiento aplicado para distintos temas de la actualidad es que la hipermoralización nos aleja del pensamiento crítico.
Después de esta introducción y siguiendo con la misión de abrir conversaciones que han estado cerradas durante años en el periodismo deportivo nacional, es tiempo de meternos un poco con Ochoa, otra de las vacas sagradas en la familia del futbol mexicano.
Guillermo Ochoa ha sido el portero de México durante los últimos dos Mundiales con resultados sobresalientes y el mérito de haber pasado los anteriores dos en la banca, pero es momento de romper su monopolio en el arco tricolor o al menos abrir la baraja de opciones.
La distancia con la que durante ocho años vimos a Paco Memo en Europa, sumado a sus soberbias actuaciones cada cuatro años en el Mundial fueron suficiente para cautivarnos a todos los mexicanos, pero ahora que lo vemos de cerca en la Liga MX y dejamos afuera del análisis el factor europeo nos damos cuenta que la distancia entre Ochoa y los otros porteros mexicanos no es para nada lo que pensábamos, de hecho, hay algunos que ya jugando en la misma Liga se ven mejor.
El Corona de Cruz Azul no le pide nada, tampoco Alfredo Talavera y mucho menos Jonathan Orozco.
Sí señor, la competencia por la portería mexicana que durante años estuvo cerrada hoy se abre rumbo a Qatar 2022.
Alfredo Talavera demostró en el verano tener la ambición para jugar la próxima Copa Mundial y en Pumas tendrá muchísimas opciones de gol en contra para lucirse.
Jonathan Orozco, quien para mí es el mejor portero mexicano de la actualidad, al fin cuenta con un entrenador justo en Selección Nacional como Gerardo Martino, capaz de lidiar con la presión externa e interna que la presencia del Jona pudiera generarle y en el Xolos de Pablo Guede, la oportunidad de explotar todas sus cualidades futbolísticas.
Sin la capa europea, Ochoa dejó de ser el bueno, para convertirse en uno más de los buenos.
Twitter: @AldoFaríasGzz |