Grande es algo superior a lo normal. De gran importancia y jerarquía. Enorme e inalcanzable.
¿Quién no aspira a ser el mejor? El jugador, el entrenador, el directivo y el club que busca la grandeza no tiene pequeños deseos. Con el Apertura 2019, una nueva crónica empezará a escribirse.
Serán 19 equipos, cada uno con sus jugadores, sus ídolos, sus campeonatos, su pasado, su estilo, su futbol, sus seguidores y, sobre todo, con los eternos inconformistas que nunca faltan.
Y aunque al final sólo uno terminará siendo el campeón, todos, dentro de sus posibilidades, triunfarán o fracasarán.
Decía Albert Camus que "la grandeza consiste en intentar ser grande. No hay otra manera". Si sumamos todo el pasado, las Chivas del Guadalajara son grandes y equipos como Rayados o Tigres aún no. Pero en presente, la realidad es completamente al revés.
El ahora equipo dirigido por Tomás Boy tiene años doblándose ante el peso de su herencia.
A las Chivas hoy no se les debe exigir como al América. Y como su ilustre pasado es un fantasma que no van a vencer, si en noviembre califican a Liguilla, triunfan.
La Liga MX es un torneo de cuatro. De sobra está mencionar a los favoritos. Y aunque León sorprendió en la anterior edición, yo no apostaría a verlos con más de 30 puntos.
También calculo que Pachuca y Toluca aparecerán en los "playoffs".
Y entre Chivas, Tijuana, Santos o Necaxa estará el resto de los que jugarán más de 18 partidos. Del Atlético San Luis y Juárez estoy obligado a concederles el derecho de la duda.
Aunque también dejemos claro que, entre los 19 contendientes no hay uno que sea enorme e inalcanzable.
Por lo pronto, en Los Ángeles, California, Necaxa, sin alguno de sus cuatro refuerzos extranjeros (dos chilenos y dos uruguayos) y lidiando con sus 12 bajas, fue goleado por un Cruz Azul donde reapareció Elías Hernández, quien junto a sus compañeros mecieron los humores del partido; 4-0 y SuperCopa MX.
En el partido Campeón de Campeones, el normal temperamento de semioficial también prevaleció. Repleto de pases largos que se quedaron cortos y cortos que se fueron de largos, el partido corría para cualquier lado.
Y cuando la fatiga causó espectacularidad, el marcador lo sostuvo Nahuel con vuelos de galería. En dramáticos penales ganó América.
PD: Nadie alcanza su grandeza por medio de la imitación.
Twitter: @castillejos_m |