Hoy no solamente debemos ser solidarios y considerados con el prójimo, sino además debemos condenar a quien no lo es, principalmente cuando se trata de una epidemia que nos vuelve vulnerables a todos por igual, y de una competencia en la que aplica el: "hoy por ti, mañana por mí".
La Primera División de Rusia reanudó su torneo el pasado fin de semana, con los 16 equipos que forman la Premier League. La Jornada 23 se programó para jugarse entre el 19 y el 21 de junio, pero 2 días antes del silbatazo inicial, 6 futbolistas del equipo Rostov resultaron positivos en las pruebas de Covid-19, por lo que todo el plantel fue puesto en cuarentena, incluido el cuerpo técnico (como sucede en todo el mundo).
La decisión lógica y esperada era que la Federación Rusa reprogramara el partido entre Sochi y Rostov, a jugarse justamente el primer día de reanudación. Eso no sucedió y lo dejaron a consideración de los involucrados. Increíblemente el Sochi (club con apenas 2 años de vida) no aceptó la solicitud de Rostov, bajo el argumento de que no era problema suyo y que se encontraban en posición comprometida dentro de la Tabla (cerca del descenso).
Increíble ¿Verdad? Más increíble fue que el equipo Rostov, conformado por futbolistas de entre 16 y 19 años, todos ellos debutantes y amateurs, anotó apenas en la primera jugada del partido, por conducto del juvenil Romanov, quien con 17 años convirtió su primer gol dentro del futbol profesional, ante la locura de sus compañeros.
El resto del partido fue una auténtica y despiadada masacre, que terminó con el marcador 10-1 para Sochi, equipo que cuenta con jugadores experimentados, mundialistas y seleccionados, como Alexandr Kokorin (anotó 3 goles) y Anton Zabolotnyi (2 goles). Cabe destacar que el portero de Rostov, Denis Popov (nombrado el jugador más valioso del juego), de apenas 17 años, tapó 11 disparos de gol, además de un penal al experimentado Zabolotnyi.
La fuerza, la talla, la habilidad y los recursos de los futbolistas de Sochi, sobre los chicos del DT Valeri Karpin (Rostov), generan indignación por lo que, a mis ojos, fue un abuso permitido por la Federación Rusa.
Lo sucedido en Rusia respecto al partido referido, es inconcebible, sobre todo al conocer que el único partido pospuesto de esta temporada en Rusia, involucró al Sochi, que solicitó y logró no jugar el partido ante Orenburg (penúltimo en la Tabla), por un contagio severo de amigdalitis aguda dentro del plantel en noviembre pasado.
"Todo el país apoyará a los niños de escuela. Todos lo fuimos alguna vez. Hoy vamos a jugar futbol. El campo es parejo, la pelota es redonda... jueguen hasta que su mamá les llame", publicó en Twitter el equipo Sochi tras la victoria... los niños, que estaban confinados desde hace 3 meses y sin entrenar, fueron llamados para debutar y ser masacrados. "Hoy por mí, mañana por mí", es el nuevo lema de Sochi.
Twitter: @FELIXATLANTE12 |