"Sin querer, queriendo" -tal y como lo decía "El Chavo del Ocho"- el futbol mexicano se encontró con un novedoso, interesante, emocionante y, lo más importante, más competitivo sistema de competencia.

Los 4 mejores con boleto directo a la Liguilla. A 2 fechas del final del calendario regular del Guardianes 2020, hay, al menos, 5 equipos que están peleando por una posición que les evite el penoso proceso de la Reclasificación, y ello, sin duda, le ha dado un nuevo vigor a una Liga donde en los últimos tiempos muchos equipos jugaban "a pasar el rato", a "navegar" impulsados por el viento en el calendario regular hasta llegar a la Liguilla y ahí sí, competir ferozmente por el título.

Lo increíble es que esta nueva fórmula se ha descubierto mientras los dirigentes -los clubes- votaban y aprobaban una decisión que suponía ser el mayor atentado contra la historia competitiva del futbol en México: acabar con el ascenso y el descenso e incrementar a 12 los equipos que pueden acceder a una postemporada -vía un proceso de Reclasificación-.

El hecho de generar otra "división" de clubes, aquellos que logren quedar entre los 4 primeros, ha separado la calidad y ha generado una batalla entre los más "pudientes" de la Liga MX, a tal grado que en esa clase de equipos se llegue a considerar -si no un "fracaso"- sí, por lo menos, un mal indicio el meterse a la lucha por el título a través de una reclasificación.

El León, que ya se escapó, el Cruz Azul, el América, Tigres, Rayados y hasta Pumas que es un competidor sorpresivo en este nivel, están enfocados en su lucha por ser parte de este pelotón.

Es un tema de calidad y nada más. Chivas, por ejemplo, insinuó, en algún momento de su irregular campaña, que estaba para pelear un puesto entre los mejores 4, y el domingo recibió un duro golpe al caer ante Cruz Azul, un verdadero contendiente de los boletos directos y uno de los más serios candidatos al trofeo de la Liga.

Para el Guadalajara quedó claro que tendrá que jugar la reclasificación -tratar de acomodarse entre el puesto 5 y el 8 para celebrar esa fase en casa- y luego meterse a la Liguilla donde sus posibilidades de ser campeón son, realmente, mínimas.

Un buen ejercicio recaería en llegar al porcentaje adecuado sobre las posibilidades que tendrán los 4 equipos con boleto directo a la Liguilla de ser campeones. Al final, igual tendrán que pasar por una Liguilla, pero lo harán con una fecha más de descanso -ideal en estos tiempos donde todos los planteles luchan contra los contagios del Covid-19- y con el poder mental de que fueron parte de la clase más privilegiada del torneo. Es decir, se ha encontrado, finalmente, "un premio" a la consistencia de una campaña regular, algo que antes no existía. Sigue siendo terrible que 12 de 18 clubes tengan la ocasión de jugar Finales y sigue siendo imperdonable que no exista el ascenso y descenso por condiciones económicas y preferencias en intereses del negocio.

Sin querer, queriendo, el futbol mexicano ha descubierto otra forma de competir. Ha encontrado una "Superliga mexicana". Ha separado la calidad de la mediocridad y ha encontrado la forma de privilegiar a quienes hacen un esfuerzo por ser más regulares y efectivos en las 17 fechas del campeonato.

Que al final habrá 8 con los mismos derechos y obligaciones, es una realidad.

 
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