Se fue para siempre Diego Armando y para siempre quedó Maradona.
Desde 1997 se había retirado de las canchas de alto rendimiento el inconmensurable futbolista plena y multitudinariamente reconocido, y el pasado miércoles se fue en doloroso plan definitivo la para tantos entrañable persona, pero el personaje y la leyenda llevan varios días acrecentándose y así seguirán durante mucho tiempo.
Nada sorprendentes pero sí conmovedores han sido los innumerables homenajes que por doquier -en distintos y distantes rincones del planeta- se le han brindado a uno de los más grandes en la historia de este juego, a uno de esos 4 futbolistas incomparables a los que precisamente para no comparar resulta casi casi obligado mencionar por estricto orden de aparición: Pelé, Cruyff, Maradona y Messi.
Quedan como arrobador legado futbolístico las demoledoras pinceladas de esa pulcra y cerebral pierna izquierda; y quedan también los aleccionadores aunque incomprensibles contrastes de Maradona: de los pasajes venturosamente luminosos en la cancha a los de inquietante turbiedad afuera; del gol de la trampa al gol del genio en un lapso de 5 o 6 inolvidables minutos. De jugar como nadie, a no lograr vivir como cualquiera.
Solamente siendo Maradona podía entenderse lo que ser Maradona implicaba, pero es inevitable alabarle primero al idolatrado argentino su permanente cercanía con el pueblo, y preguntarse después por qué alguien que llegó tan alto no supo ser feliz en las alturas.
Ahora, a los aficionados comunes y corrientes sólo nos queda ubicar al grandioso artista de las canchas en su justa y verdadera dimensión; y a su gente cercana, extrañarlo como muy pocos de ellos imaginaban que lo extrañarían.
Pero sigue el juego que en su momento Maradona jugó mejor que todos, y en México se juegan hoy y mañana los partidos de vuelta de los Cuartos de Final de este azaroso Guardianes 2020.
Primero, a las 19:00 horas el León intentará devolver las cosas a la normalidad al recibir al Puebla; y después, a partir de las 21:06, como principal atractivo de nuestra futbolera semana estará la enésima edición del Clásico Nacional, con un inestable y por lo tanto impredecible América que tratará de darle vuelta en su cancha a la ventaja adquirida en la suya por las dignas Chivas, a pulso y con todo merecimiento.
Y mañana domingo -al recibir respectivamente al Pachuca y a los Tigres- los Pumas y el Cruz Azul buscarán redondear como locales la tarea casi terminada el jueves como visitantes.
Las probabilidades de avanzar para los 8 participantes, sustancialmente modificadas con los partidos de ida, parecen ser más o menos las siguientes: El Cruz Azul 88%, los Pumas 72, el León 60, las Chivas 55, el América 45, el Puebla 40, el Pachuca 28 y los Tigres 12.
A ver cuáles son los 4 capaces de convertir en 100 su correspondiente numerito.
¿León vs. Chivas y Pumas vs, Cruz Azul en Semifinales?
Puede ser pero quién sabe, porque sobre todo el América podría opinar otra cosa en este asunto; a diferencia de la unanimidad con la que en el otro a Maradona se le aclamaba por lo que hacía en la cancha.
Por lo pronto, que siga el juego.
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