El juego promete grandes emociones. FOTO: Especial

En el Super Bowl LV, Tom Brady y Patrick Mahomes tienen una cita con la historia.

La noche del 3 de febrero de 2002 Brady lograba su primer anillo de campeón en el Super Bowl XXXVI celebrado en Nueva Orleans, mientras que en Tyler, Texas, un suburbio cercano a Dallas, un pequeño de seis años llamado Patrick se divertía con juguetes.

Diecinueve años después, la leyenda de QB de Bucaneros continúa y esta tarde va por su décimo Súper Tazón, pues ganó seis anillos con los Pats, mientras que las puertas de la NFL poco a poco se abren para una nueva súper estrella, Mahomes, de solamente 25 años y quien va por el bicampeonato, pues se adjudicó hace un año el Súper Tazón LIV con los Jefes.

El SB LV que se celebra en el Raymond James Stadium de Tampa Bay será la primera vez que el equipo local juegue en su ciudad, además de que este Súper Domingo luce muy significativo y emotivo, ya que, a pesar de que se lleva a cabo en medio de una pandemia mundial por el Covid-19, tendrá el atractivo de ver en el campo a dos de los quarterbacks más completos de la historia.

Un duelo que hace un año no podía imaginarse en un Super Bowl, pues Brady jugó toda su vida en Nueva Inglaterra, de la AFC, y por lo mismo también tiene un toque de revancha.

Es el Episodio 5 entre ambos, y, en especial, hay uno en el pasado que prende este duelo, fue el juego por el Campeonato de la AFC en 2018, donde los Pats vencieron 37-31 en tiempo extra a Jefes, y Mahomes se quedó con las ganas de su primer Súper Domingo. La serie entre ellos está empatada 2-2.

Incluso, en la Semana 12 de esta campaña, los Jefes ganaron 27-24 a los Bucs.

El respeto es mutuo entre Tom y Patrick, ahora solo falta saber si Brady deja en claro quién es el más grande de todos los tiempos o Mahomes inicia su consagración.

@DMartinezCANCHA