Por segunda vez en tres años, la NFL ha cancelado el partido que estaba programado para disputarse en el Estadio Azteca.
Hace un par de temporadas, la causa fue el mal estado del terreno de juego.
Ahora, la pandemia de Covid-19, de la que aún no sabemos cuándo y cómo saldremos, ha provocado que la Liga anuncie que jugará todos los partidos de la próxima temporada en los Estados Unidos.
De entrada, hay quien pudiera pensar que, al menos en el caso del partido en la Ciudad de México, la decisión es prematura y arrebatada.
Después de todo, faltan más de seis meses para que se celebre el encuentro, y lo sucedido en 2018 antes del duelo entre Jefes y Carneros, nos demostró que la liga es capaz de habilitar una sede alterna con muy pocas horas de anticipación.
Sin embargo, estoy convencido de que el anuncio del comisionado es una muestra de prudencia y responsabilidad. La NFL es la única liga profesional que no ha visto afectada su operación, y sin embargo, sus dueños y directivos tienen muy claro que poner en marcha la temporada en el mes de septiembre será un reto formidable.
Y aunque estarán obligados a seguir los lineamientos de las autoridades de salud para evitar poner en riesgo a jugadores, empleados de los estadios y aficionados, el protocolo que habrán de poner en marcha será mucho más sencillo de controlar si se suprimen los viajes internacionales.
Es cierto que esta decisión tiene muchos costos para todos los involucrados. Por un lado, la liga perderá los millonarios ingresos que tenía garantizados por los cinco partidos que se jugarían entre Londres y la CDMX.
De igual forma, los promotores tendrán que lidiar con la postergación de un evento de primera línea en un año que ha sido particularmente complicado, mientras que la economía local extrañará la importante derrama económica que habría sido especialmente valiosa de cara a la recta final del 2020.
Y finalmente, los aficionados tendrán que esperar hasta la próxima campaña para volver a tener la presencia de la NFL en su ciudad.
Aún así, Roger Goodell está en lo correcto. Las pérdidas que se generarán por esta cancelación palidecen ante la magnitud del problema que las autoridades sanitarias están enfrentando en dos de las metrópolis más grandes del mundo.
Y aunque no lo parezca, estoy convencido de que tanto en Londres como en CDMX, lo menos que hoy se necesita, es distraer recursos para cumplir con las exigencias de la NFL.
Twitter: @JosePabloCoello |