La manera usual de medir el esfuerzo que se hace al correr es contar el número de latidos que da el corazón durante un minuto (lpm).

Ese parámetro sirve para medir desde la mejora de la condición física (el ritmo cardíaco en reposo) hasta el máximo nivel de esfuerzo: Ritmo Cardíaco Máximo.

Hay medidas del ritmo cardíaco que se usan para entrenar, como el "umbral de lactato", que es clave para dosificar el esfuerzo o para manejar una táctica de carrera.

Definir una táctica de carrera en función del ritmo cardíaco personal es altamente efectivo -y de lo más sofisticado-, para romper un récord personal.

Un buen ejemplo sería -para un cierto corredor- correr la primer tercera parte de su maratón a 160 latidos por minuto (lpm) el "segundo tercio" a 170 lpm, y la última tercera parte a 180 lpm.

¿Suena muy abstracta o muy sofisticada esa táctica de carrera? La verdad es que lo es, pero, aunque no lo parezca, hay quienes se administran de esa manera con buenos resultados.

Sólo que aquí hay un problema: tratar de mantener un cierto ritmo cardiaco puede no ser la mejor manera de mantener un nivel de esfuerzo constante.

La razón es sencilla: los trayectos de las carreras no son absolutamente planos, por lo que los cambios de pendiente alteran el esfuerzo que hace el corredor. Eso, además de la cambiante resistencia del viento.

Dentro de este esquema, ¿es posible medir (y controlar) el nivel de esfuerzo que se hace al correr un maratón, con todo y sus cambios de pendientes y de viento?

La respuesta es: sí. Pero en vez de monitorear el esfuerzo a través de latidos por minuto debe controlarse sobre la base de watts.

¿Cómo medir -en watts- el esfuerzo que hace un corredor? Mediante un sensor de potencia que se sujeta al calzado del corredor. El sensor mide la fuerza con la que el pie impacta al piso, lo multiplica por su velocidad al momento del contacto y, mediante un algoritmo, lo manda al reloj del corredor, expresado en watts.

Eso le permite regular su esfuerzo con mayor precisión. Más delante ampliaremos este tema.

Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.

 
 
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