Chad Henne puso a Kansas City en la Final de la Conferencia Americana. FOTO: AP

Al inicio del 2020, los Chiefs de Kansas City concretaron dos contratos que, voluntaria e involuntariamente, marcarían el rumbo de la franquicia rumbo a su segundo Super Bowl consecutivo.

El primero de ellos fue a Patrick Mahomes, quien firmó un contrato por 450 millones de dólares en 10 años, con lo que Kansas aseguraba el presente y futuro de la organización.

Mahomes pasó a ganar 137 mil 808 dólares por día, 5 mil 472 dólares por hora, 96 dólares por minuto o 1.60 dólares por segundo. Y un segundo bastó para que la inversión de los Chiefs en Mahomes estuviera al borde del fracaso en esta temporada.

El quarterback de 26 años salió por el protocolo de conmoción cerebral en el tercer cuarto del duelo de la Ronda Divisional ante Cleveland y dejó un hueco inmenso en la ofensiva de Kansas City.

En ese momento cobró importancia el segundo contrato en cuestión: el veterano lanzador Chad Henne estampó su firma al inicio de la campaña por 2 temporadas y 3 millones 250 dólares, menos del 1 por ciento de lo que estipula el contrato de Mahomes.

Pero fue el ex quarterback de Miami y Jacksonville, en complicidad con la defensiva de los Chiefs, el encargado de guiar a Kansas City a su tercer juego consecutivo por el Campeonato de la AFC.

En el último cuarto, Henne completó una carrera de 13 yardas y un pase a Tyreek Hill en cuarta oportunidad para que los Chiefs consumieran el reloj y consumaran una victoria 22-17 sobre los Browns de Cleveland, que terminaron su regreso a postemporada tras 18 años de ausencia.

Ahora, la presencia de Mahomes está en duda para enfrentar a los Bills la próxima semana, pero en Kansas City están convencidos de que "#HenneThingIsPossible".