La Selección Mexicana fue práctica, seria y responsable. Supo aprovechar la sana coincidencia de poder jugar en Europa. Las oportunidades de jugar bajo otro nivel de exposición son a cuentagotas. México mostró de principio a fin, idea colectiva y, sobre todo, personalidad ante una potencia; nunca mostró el equipo de Martino debilidad ni pánico escénico.

Como normalmente sucede, los nuestros se crecen ante los fuertes y se contagian de limitaciones ante los débiles. Pasa siempre y seguirá pasando. Nada nuevo. Es algo involuntario que le sucede prácticamente a todas las Selecciones. El tesón es directamente proporcional al tipo de adversario, escenario y competición.

La sensación es que al cuadro de De Boer, el partido ante México le representaba poco. Digamos que le estorbaba un poco. No pretendo restar mérito al triunfo pero, hasta antes del gol, la Naranja Mecánica sobrellevaba el partido, marcaba sin presión y arriesgaba poco.

Hubo rasgos de displicencia, aceptémoslo. Con dos partidos oficiales a la vuelta de la esquina, era lógico que no entrarían a un estado de conflicto físico innecesario. Me hubiera gustado ver una mejor versión de ellos simplemente.

Aún así, nada que reprocharle a México. Enfrentar a Países Bajos, ganarle en Ámsterdam, en su recinto, fuera de nuestra zona de confort y sin el excesivo cobijo de una desenfrenada afición (sobre todo en Estados Unidos) que aplaude todo merecida o inmerecidamente, fortalece el proceso de Martino, se dispara la confianza y se gana credibilidad.

¿Qué me gustó del juego? La dinámica que imprimió Jesús Manuel Corona. Vistoso y distinto. De inmediato se nota que trae ritmo y que atraviesa buen momento. Comandó el ataque mexicano martillando ambas bandas constantemente. Martino debe estar tranquilo que de aquí a Qatar, tiene resuelto el tema de la ofensiva con "Tecatito", Lozano y Jiménez. Lástima que no pudimos ver a "Chucky".

Una pena la que falló Jiménez, era una inmejorable oportunidad para moralmente marcar su territorio con Selección Mexicana y para corroborar el idilio que tiene con el gol. Aún así, calificación aprobatoria por la capacidad que muestra en sus movimientos, su crecimiento táctico e inteligencia en la cancha.

Me gustaron Gallardo, Rodríguez y Edson Álvarez. Y qué decir de Talavera. Solvencia, ubicación y liderazgo bajo los tres postes. Su juego aéreo resuelve mucho de lo que una zaga necesita.

¿Qué no me gustó? Que Países Bajos regaló un primer tiempo y que a Héctor Herrera le sigue constando trabajo entrar en la dinámica del juego. La falta de minutos es notoria. Lo mismo sucedió con Guardado.

Algo me dice que el juego ante Argelia será una fantástica - y hasta mejor -prueba.

Quién lo diría. De no ser por una pandemia y una industria afectada y necesitada, esta gira probablemente no hubiera existido.

 
 
Twitter: @CARLOSLGUERRERO