Desde el hotel, la afición Rayada apoyó al equipo. FOTO: Fernando Vanegas FOTOGALERIA 17 Con banderas, los albiazules se hicieron sentir. FOTO: Fernando Vanegas FOTOGALERIA 17

Era el Día Nacional de Qatar y terminó siendo el Día de los Rayados.

El 18 de diciembre quedará para siempre en la memoria de los mil 500 aficionados del Monterrey que estuvieron en el Estadio Internacional Khalifa y aquellos que siguieron a la distancia la Semifinal del Mundial de Clubes Qatar 2019.

No fue un día cualquiera. Si en Qatar celebraron con un desfile, los Rayados hicieron un "banderazo" afuera del hotel para vitorear a sus ídolos previo a la batalla contra el Liverpool, convencidos de que podían dar la sorpresa del torneo.

Al estadio fueron llegando en metro o en coche, pero todos con la misma ilusión.

Era "La Pandilla que cruza continentes", como decía una megabandera que extendieron en una curva del inmueble que estaba pintado de rojo por más de 45 mil seguidores del Liverpool.

No todos eran ingleses, más bien, la mayoría eran locales o de países cercanos, porque los clásicos cánticos de los británicos no se escucharon por ningún lado.

Sólo se hacían escuchar las gargantas de los vestidos de azul y blanco, que ondeaban banderas y extendían bufandas.

Iban a cantar el himno del Monterrey en el minuto 12, pero quizá el gol de Naby Keita haya sido el culpable de cambiar los planes. El gol de Rogelio Funes Mori les devolvió el alma.

Habían llegado al estadio sabiendo que tenían solamente un uno por ciento de avanzar, pero tenían el 99 por ciento de fe. Ese gol les hacía creer que ganar no era imposible.

El gol de Firmino hizo que el sueño se esfumara, pero no había decepción en el ambiente, era orgullo. Si es posible, la derrota ante el Liverpool reforzó el sentimiento de esta gente por los Rayados.