Al minuto 61 del partido Pumas vs. Querétaro de la Jornada 1 del Torneo Guardianes 2020, Gil Alcalá, portero queretano, realizó un saque de meta sumamente largo... botó una, botó dos veces, y al botar la tercera ocasión, sin mirar ni escuchar, Freire decidió retrasar el balón hacia su arquero Talavera, quien ya se encontraba muy afuera de su portería y a un costado de la misma, justamente para facilitar el pase de su defensa, sin riesgos. Consecuencia: autogol. La anotación en propia puerta pareció infantil y hasta ridícula, y, por supuesto, las críticas (faltas de razón) hacia el experimentado Talavera no se hicieron esperar.
Dentro del ABC del futbol, una regla no escrita dice que jamás se debe servir el balón al portero propio en dirección hacia la portería. Si el rival no te dispara a gol, para que le hacemos el favor ¿no?
Muy probablemente la premisa surgió, hace muchas décadas, tomando en cuenta que las canchas eran sumamente irregulares, por no decir pelonas, principalmente en la parte central de las áreas grandes y chicas. La misma sugerencia se subrayó de manera mucho más firme, durante los primeros años, tras el cambio de la regla 12 en 1992, que impidió al portero tomar el balón con las manos, al venir el pase de un compañero.
Pumas ganó 3-2 a Querétaro en su presentación dentro del Torneo Guardianes 2020. Las dos anotaciones que recibió el veterano debutante, Alfredo Talavera, enfadan a cualquier director técnico: el autogol de Freire y un tiro libre directo entre la barrera, que además fue desviado por Dinneno. Esta es la prueba que no solamente en la Jornada 1 se hace evidente la falta de futbol entre los futbolistas durante más de 100 días, sino que será una constante durante un buen tiempo en los partidos que veremos del presente torneo (ya hemos escrito en este espacio recientemente acerca de lo complejo que ha sido para los arqueros regresar a las canchas y retomar todo lo que implica balones largos).
Pocas veces un equipo gana un encuentro en el que regala dos anotaciones, Pumas debe valorar mucho que le sucedió en el arranque del torneo y tener claro que eso no sucede muchas veces.
No abandones los principios básicos, reza uno de los mandamientos en el futbol. Los errores que suceden al máximo nivel de futbol profesional, no necesariamente deben ser errores complejos. Por el contrario, son equivocaciones muy esenciales porque se resta importancia a lo más elemental, que puede ser, simplemente, mirar donde se ubica el compañero antes de servirle el balón.
Han pasado los años, han mejorado infinitamente las canchas y los arqueros resuelven mucho mejor con los pies cualquier intervención con el balón. Sin embargo, la falta de comunicación, coordinación o entendimiento aparece de vez en cuando, en jugadas donde parece indispensable apelar a lo más básico y esencial: balón al pie, vista al balón, grito de alerta, apoyo, juego fácil y, desde luego: no retrasar el balón al arquero hacia la portería.
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