Ver por televisión viejos partidos de la Selección Mexicana no solo es agradable; también resulta aleccionador.
La memoria es flaca y el tiempo disponible corto.
En esta época de reclusión podemos disponer de un par de horas para revisar con todo detenimiento cómo, con quienes y contra que rivales se han escrito algunos capítulos importantes de la historia.
Uno de los partidos disponibles fue la Final de la Copa Confederaciones de 1999, en la que México derrotó a Brasil 4-3 en el Estadio Azteca.
Hay quienes desestiman ese triunfo, el único en una Final de Selección mayor organizado por la FIFA, porque Brasil no venía con sus titulares.
Y es cierto: una semana antes había terminado en Paraguay la Copa América, en la que los brasileños habían vencido a México en Semifinales para después ganar el cetro.
La Selección se quedó con el tercer lugar y con solo tres movimientos en su plantel, encaró la Confederaciones.
Había sido un año muy duro porque de la gira previa al Mundial de Francia a esa Final de Confederaciones, las piernas de los jugadores sumaban partidos sin piedad.
Un recuento de Miguel Arizpe en nuestro recordado Señor Futbol daba cuenta de que Claudio Suárez había acumulado 69 partidos -39 en la Liga y 30 con Selección-, Joel Sánchez 65, Pável Pardo 64 y Luis Hernández, a sus 31 años, un total de 62.
No se escuchaban quejas pese a todo.
Y en esa Final, en la que el Tri debió golear a Brasil, el despliegue físico fue notable de principio a fin y la disposición táctica de Manuel Lapuente magistral.
Y es cierto: Brasil tenía solo cinco jugadores que estuvieron también en la Copa América, pero con su base de Sub 23 presentó nombres que se hicieron célebres empezando por Ronaldinho con 19 años de edad, pasando por Dida, Serginho, Emerson, Flavio Conciencao, Vampeta, Ze Roberto y Alex.
Ver de nuevo lo que hizo esa Selección nos permite plantear si tenemos hoy un cuadro con esa calidad y personalidad.
Hagamos cuentas: los laterales eran Carmona y Pável. Los centrales, Claudio Suárez y Rafa Márquez, quien después de esa Final se reportó con el Mónaco de Francia.
Para la media cancha, Lapuente tenía a Germán Villa, Ramón Ramírez, Miguel Zepeda y Gerardo Torrado, recién descubierto sin ser titular en Pumas.
Y la delantera era un lujo: Cuauhtémoc Blanco, Juan Francisco Palencia, Luis Hernández y José Manuel Abundis, además del "Cabrito" Arellano.
Lo que tenía esa Selección no lo repuso el tiempo.
Salvo honrosas excepciones, los recambios no tuvieron hasta la fecha la calidad acumulada de ese equipo.
¿Por qué no ha sido capaz el futbol mexicano de encontrar jugadores del tamaño de los que alguna vez tuvo?
Contestar esa pregunta tendrá que ver con las soluciones a ese futuro que hoy ya está llegando.
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