¿Cómo saber que este Cruz Azul no nos engaña otra vez?
Cruz Azul no baja los brazos. No lo ha hecho en todo el irregular año del futbol. No lo ha hecho en la dramática y extrema situación por la que atraviesa la cooperativa que es su propietaria y no lo ha hecho tampoco a partir del apremiante y desesperado momento que vive el presidente, que es como un "padre institucional" e histórico del club.
Cruz Azul no baja los brazos.
La pregunta es: ¿Por qué será distinto este nuevo intento de romper el ayuno de campeonatos comparado con los que ha tenido en las ultimas dos décadas?
Nadie tiene la respuesta y posiblemente no lo sabremos hasta el día en que este equipo vuelva a ser medido en el termómetro en el que siempre ha tenido una temperatura fría, helada, cuando la noche es "a matar o morir" y sus pulsaciones recaen mientras los viejos "fantasmas" aparecen y lo devoran.
Este Cruz Azul se ve sólido aún en el paraje de la inconsistencia en el que vive casi permanentemente el torneo mexicano. Un suspiro de último momento en Puebla y una caída tormentosa en Querétaro no alcanzan para "ensuciar" su temporada de 16 puntos y de liderato general.
Robert Dante Siboldi ha plantado un equipo serio, que puede -como dicen por ahí- que todavía tengan destellos de lo que en su momento plantaron el español Paco Jémez y el portugués Pedro Caixinha, pero que ha encontrado métodos propios para ganar partidos.
Un Cruz Azul cuya columna vertebral (Corona, Domínguez, Romo, Baca y Jonathan Rodríguez) está en la estatura de un protagonista y que, además, tiene futbolistas de talento (Elías Hernández, Orbelín, Alvarado, Yotún), un Cruz Azul que combina experiencia con juventud y que parece tener orden explosividad y gol.
Siempre hemos creído que la ausencia futbolística de Cruz Azul ocurre a partir de la mente de sus jugadores. No han jugado un sólo partido de Liguilla en todo el año, pero han tenido a su alrededor temas que podrían amenazar la estabilidad.
Nada, ni siquiera una orden de aprehensión contra su presidente o la continua movilización de orden judicial en el entorno de la cooperativa ha distraído a los futbolistas.
También, habrá que decirlo, que Cruz Azul no tiene (aún dentro de su crisis institucional empresarial) problemas económicos. Hasta ahora no han dejado de pagarle puntualmente a los futbolistas. Hay que aplaudir el trabajo que ha hecho Jaime Ordiales en la comunicación entre la cooperativa y el club deportivo.
Está claro que Jaime ha volcado todo sus conocimientos futbolísticos y su don de ser humano en momentos muy delicados. Y es evidente y hasta irónico que las últimas decisiones de "Billy" no fueron erróneas ni la llegada de Siboldi ni la de Ordiales.
Al calendario de Cruz Azul le falta aún lo más poderoso: América (siempre un "dolor de cabeza" para ellos), Tigres, Rayados, Pumas y Chivas.
Y luego, la Liguilla, donde el valor corre diferente, el comportamiento de los entrenadores y de los futbolistas se transforma.
Sólo ahí podremos decir que Cruz Azul está "dado de alta" de sus problemas futbolísticos.
¿Cómo saber que este Cruz Azul no nos engaña otra vez?
No sabemos.
Tenemos que esperar pacientemente a que llegue el momento de jugar "a matar o morir".
Twitter: @Faitelson_ESPN |