Ayer acabó la Europa League en su peculiar edición 19-20... y mañana culmina la Champions.
El ejemplar Sevilla se encargó de confirmar que es el mejor equipo de los últimos tiempos en el segundo torneo europeo más importante a nivel de clubes, y derrotó con todo merecimiento a un indeciso y tibio Inter de Milán.
Aunque el 3-2 lo estableció un autogol de Lukaku (que en una descolgada había tenido la oportunidad de escribir otra historia), y a pesar de una dudosa mano que no fue sancionada como penal en contra de los españoles, lo indudable fue la superioridad del Sevilla a lo largo del partido; ligera durante el extraordinario primer tiempo de ambos, pero amplia en los segundos 45 minutos.
Así, con la plena convicción que lo ha distinguido, con el solidario y equitativo esfuerzo de jugadores cuyas tareas y labores están claramente definidas, con su eficiente y pragmático manejo colectivo del balón, con su equilibrio en el funcionamiento, la consistencia en su juego y la indispensable contundencia en la definición, el conjunto de Lopetegui supo trabajar su coronación; no sólo en este partido, sino a lo largo del torneo, de una competencia en la que solamente el Manchester United -en la anterior instancia de Semifinales- logró oponerle verdadera resistencia.
Ahora queda por verse si en la otra Gran Final, la del torneo de clubes más importante en el mundo, tanto el Bayern Múnich como el Paris Saint-Germain son capaces de jugar como se espera, acordes ambos con el enorme potencial con el que cuentan.
La demoledora escuadra alemana llega a este último partido como favorita natural, después de haber ligado DIEZ triunfos, la mayoría de ellos por goleada, sin adversario alguno capaz siquiera de haber puesto en predicamento su arrolladora supremacía.
Sin embargo, la vulnerabilidad exhibida en sus primeros 17 minutos ante el Olympique de Lyon, y el tremendo peso de algunas individualidades en el PSG (empezando por Neymar, Mbappé y Di María) le abren un resquicio a la posibilidad de una sorpresa francesa.
Cristalice o no, lo que esperamos es un cierre de altos vuelos para esta inusitada edición de la Champions League, y mientras llega ese cierre podemos seguir disfrutando -toda proporción guardada- de la sexta jornada del Guardianes 2020.
Hoy, los poderosos, pero aletargados Tigres recibirán a unos Pumas bastante menos fuertes que sus actuales números, y el inestable América será anfitrión del no menos inestable Monterrey; sólo por mencionar dos partidos que involucran a TRES de los que siguen siendo los CINCO principales candidatos al título, a pesar de los pesares: Tigres, América, León, Cruz Azul y Monterrey.
Antes, el modesto Atlas recibirá al sorprendente Querétaro, y mañana tendremos la visita de las ascendentes Chivas a un Toluca que también parece a la alza, y la del casi siempre sólido Cruz Azul a un San Luis por lo general endeble.
Además el Xolos vs Puebla, para redondear la jornada con el Pachuca-Mazatlán del lunes.
En medio de la Champions y después de ella, nuestra mexicana normalidad futbolera.
Que -lo que sea de cada quien- también tiene su atractivo.
Twitter: @rgomezjunco |