"Siempre le preguntaba a mi mamá, ¿Por qué todo es blanco? Por qué Jesús es blanco y tiene ojos azules. Por qué en la última cena todos son blancos. Los ángeles son blancos, María también.

"Entonces, ¿qué pasa con todos los ángeles negros? Me preguntaba ¿por qué Tarzán, el Rey de la Selva, era blanco? Un blanco en medio de la jungla de Africa... Él hablaba con los animales, pero los africanos que estaban ahí desde hace siglos, no podían hablar con los animales.

"Me preguntaba ¿por qué Miss América es siempre blanca? con todas las mujeres negras lindas, con lindos bronceados y siluetas, pero siempre eligen a las blancas. Miss Universo es blanca, Miss Mundo es blanca... también en las marcas y las cosas, como la Casa Blanca... el pastel del ángel es blanco y del diablo es de chocolate... todo lo malo es negro, el gato negro es de mala suerte. Así me di cuenta de que algo estaba mal".

Lo anterior es un extracto de una maravillosa entrevista que la cadena BBC realizó a Muhammad Ali en 1971, y que a raíz del asesinato de George Floyd, en Minneapolis, ha circulado de nuevo. Sí, para impresionarnos con la claridad, fluidez y convencimiento de Ali, pero también para comparar los tiempos de intolerancia que parecen continuar 50 años después.

El pasado 13 de julio, luego de 88 años de existencia, una histórica franquicia de la NFL, con tres Super Bowls en su palmarés, dejó de llamarse Washington Redskins y retiró su logo, tras la presión de 87 inversionistas hacia los patrocinadores del equipo.

No es cualquier cosa, se trata de la quinta franquicia más costosa dentro de la NFL y la número 14 del mundo, con un valor de 3.1 billones de dólares. Sin embargo, la sensibilidad de quienes se sintieron ofendidos, al parecer durante mucho tiempo, ha sido tomada en cuenta, sin importar el costo que implica. Definitivamente una decisión que, independientemente de si se está de acuerdo o no, resulta plausible en tiempos donde es urgente coincidir.

Mientras esto sucede, en California un tipo de nombre Michael Lofthouse, CEO de la empresa Solid8, insultaba sin el menor remordimiento a una familia con raíces orientales, mientras celebraban un cumpleaños en el mismo restaurante donde él comía. No le importó ser grabado y, por supuesto, ante la viralidad de su estupidez, trató de disculparse.

Algo se estanca durante décadas y algo de pronto demanda un cambio radical e inmediato.

Muhammad Ali puso a cada quien en su lugar mientras gozó de salud, sin importar la terrible segregación racial.

Hoy es turno de ir un poco más allá, con el cambio de nombre de franquicias históricas, como los Redskins y pronto los Indians en la MLB. No todo es blanco, pero definitivamente queda mucho por cambiar de color.

 
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