Jugar beisbol de Grandes Ligas nunca fue tan complicado.
Para tener una temporada este año, la MLB se vio obligada a mediar las disputas entre los dueños de las franquicias y el Sindicato de Jugadores, que mostró una fortaleza nunca antes vista y contó con el indispensable apoyo de la afición.
Aunque las peticiones de ambas partes eran comprensibles, la idea de dejar a los amantes del Rey de los Deportes sin temporada por pretensiones económicas reavivó la disputa entre el deporte y el negocio: ¿hacia qué lado se inclina la balanza?
De la tensión llegó el acuerdo y nació el Manual de Operaciones con el que la MLB pretende presupuestar cada escenario posible en medio de una situación impredecible.
El Covid-19 se ha encargado de recordarle a todos, incluido el mundo deportivo, la fragilidad de las cosas. Por ello, la temporada 2020 presenta retos logísticos, económicos, deportivos y de salubridad sin precedentes para todos los involucrados. Un rebrote masivo del virus resultaría fatal.
Hoy, tras 119 días de incertidumbre, retumbará en Nationals Park el grito de "Play ball!" que la pandemia le negó el 26 de marzo, y solo quedará ver cómo resulta el experimento de Grandes Ligas: 60 juegos, nuevas reglas, nuevos protocolos y el compromiso de brindar espectáculo en el diamante.
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