Qué lindo es ver a un equipo jugar bien al futbol, ver como la pelota pasea por los rincones de la cancha con toques de primera intención y dominios de balón orientados, pasadas por las espaldas, centros al área que parecen colocados con la mano y definiciones perfectas, mientras que su adversario se ve perdido, corriendo atrás del esférico sin éxito alguno y poco a poco hundiéndose en su propia desesperación.
Pero qué difícil es explicar cómo este equipo que después de verse tan soberano hace apenas 45 minutos atrás, dando cátedra de tenencia de la pelota, movilidad y contundencia, se convierte en un equipo permisivo, que regala la iniciativa y hace crecer a un rival que en el primer tiempo no sabía ni siquiera de qué color era la pelota.
¿Por qué esas dos caras tan distintas de los Tigres?
¿Por qué no buscar mantener esta jerarquía en el terreno de juego por más tiempo?
Si has demostrado un total dominio y superioridad ¿por qué correr riesgos innecesarios en los segundos tiempos?
¿Por qué los grandes equipos como el Barcelona no le regala medio tiempo a sus rivales?
Después de ver los últimos dos partidos de Tigres, frente al Querétaro el fin de semana pasado, y ayer frente a las Chivas, regresaron mis viejas inquietudes.
Si este cambio radical en la personalidad del futbol de Tigres es consciente, ustedes aficionados tienen motivos para preocuparse, pero si es inconsciente, a Ferretti le toca la chamba de encontrar el motivo.
Si el motivo es el exceso de confianza, requiere jalones de oreja, los cual es la especialidad de "Tuca".
Si es por sistema de juego, siento que es demasiado riesgo si piensan hacerlo en la Liguilla o en la Copa Libertadores, porque hay que recordar que los goles de visitante tienen un valor importante.
La dosificación física del equipo es la única explicación aceptable para que los Tigres bajen el ritmo en los segundos tiempos. Quiero pensar que ese sea el motivo, de lo contrario deberán tener cuidado, porque en los partidos decisivos no es suficiente jugar bien sólo durante 45 minutos.
Dejando mis muy particulares inquietudes a un lado, debo felicitar a los Tigres por haber logrado la clasificación matemática a la Liguilla y porque en la Copa Libertadores sólo falta finiquitar su pase a los Cuartos de Final.
SIGUEN VIVOS El Monterrey logró su segunda victoria como visitante y esta llegó en un momento muy adecuado.
Con el regreso de Edwin Cardona y la efectividad de Dorlan Pabon, los Rayados se mantuvieron vivos en la Liga, pasaron su primera Final y sólo faltan 90 minutos para que hablemos de Liguilla.
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