En 1992 inicia mi afición por este equipo, el Puebla, por esta historia, que es a lo que al final le vas, ya que el nombre, el escudo, los colores, jugadores, directiva, dueños y hasta la ciudad pueden cambiar, pero la historia siempre estará ahí.
Y a eso, en mi particular punto de vista, es a lo que le voy, me costó dos años descubrirlo, en los que se pisoteó esa historia, quitando la identidad y esencia al equipo de La Franja, viendo solo por intereses particulares, mintiendo por haber adquirido al equipo de forma incorrecta, y saben a qué familia me refiero.
En ese año (1992) cuando vi el primer partido de mi Puebla (la Final de vuelta contra León) me enamoré perdidamente del equipo, viendo como Roberto Ruiz Esparza, Pablo Larios, Paco Ramírez, Aurelio Rivera, Carlos Poblete y Raúl Arias se rompían la madre en la cancha, sin demeritar el trabajo del resto de los jugadores, sudando la playera los 120 minutos, cuando se juega así no importa el marcador, aunque ese día se perdió, se vio la entrega de los jugadores y no se les puede reprochar nada, se perdió con la frente en alto.
Así es el comienzo de mi historia con La Franja, que sigue y sigue.
#LaFranjaQueNosUne Twitter: @yesushuerta |