Leyenda marca su vida
Con información de AP México, Monterrey (31 mayo 2020)
compartir por:
  • Arthur Ashe (izq.) y Fernando Ochoa (centro) empezaron a convivir en la década de los 80.
    FOTO: Cortesía Fernando Ochoa
  • Arístides Lanier también dejó huella en el entrenador regio.
    FOTO: Cortesía

Los largos e interminables viajes de Monterrey a Nueva York que implicaba recorrer por carretera una distancia de 3 mil 300 kilómetros en un "vocho" para capacitarse con el entonces tenista número uno del mundo, Arthur Ashe, marcaron de por vida la carrera del entrenador regio Fernando Ochoa.

El legado del estadounidense Ashe, quien fue el primer jugador de color que ganó Wimbledon, fue la esencia que finalmente convirtió a Ochoa en uno de los mayores forjadores de talentos y jugadores profesionales en México a través de la institución "Ochoa Tennis Academia" y con 35 años en la enseñanza.

Ochoa externó que en 1986, tras recibir una invitación para colaborar con Ashe en una clínica en el Club Casablanca en México, nació el "romance" que lo llevó a dejar el deporte activo y definir su futuro como entrenador.

"En 1985 empecé (en el Club Cima) a dar clases; en 1986, a los 21 años, colaboré en varias clínicas con él (Ashe) en México y me invitó a capacitarme. Eso implicó un esfuerzo propio de años y viajes a Nueva York, me llevaba tres días llegar en el vocho, otros fueron a Miami, de 36 horas, por cierto, y era parte de la misma capacitación en Estados Unidos", recordó Ochoa.

"Arthur Ashe se sorprendió, recompensó el esfuerzo de muchas formas y me proporcionó los elementos, me dejó marcado de por vida, su legado, su filosofía para conducirme a ser lo que soy ahora en el  tenis, orgulloso como entrenador y de impulsar a niños y jóvenes por
un camino productivo para México". de entrenador a Ochoa.

Ochoa resaltó que aunque Ashe lo marcó para convertirse en entrenador, no puede dejar a un lado a otros dos grandes personajes como Omero González (su entrenador) y Arístides Lanier (metodólogo y ex director de alto rendimiento del Inde y del programa Escala), a quien llama su padrino científico que lo encauzó a realizar una maestría y doctorado en deportes.

"En el 86, 87, 88 y 89 viajando en carretera a Nueva York y Miami, entra a mi vida Arístides y paso de lo empírico a lo académico, formo la academia de tenis en el 92 y de ahí se desprenden innumerables proyectos como entrenador estatal y después de México", expresó Ochoa.

Estos 35 años tuvieron un inicio y ese comienzo fue con la semilla que empezó a crecer con la influencia de esa leyenda del tenis llamada Arthur Ashe.

Hora de publicación: 05:00
compartir por:
¿Quieres recibir en tu correo electrónico un resumen noticioso de la sección Más deportes?
Sólo por hoy
Por los siguientes 3 días
Durante una semana