Hace cuatro años, Colin Kaepernick puso por primera vez una rodilla en tierra al escuchar el himno de los Estados Unidos. Su protesta silenciosa y legítima, en contra de la brutalidad policiaca frente a los grupos minoritarios, le costó su carrera en la NFL.
Cuando su contrato con los 49ers llegó a su fin, uno a uno, los 32 dueños de la Liga, le dieron la espalda. Las terribles críticas del entonces candidato a la presidencia Donald Trump, y la virulenta reacción de una amplia base de fanáticos de clases acomodadas y fundamentalmente de origen blanco, extinguió cualquier posibilidad de que el mariscal de campo fuera recontratado.
En ese entonces, Colin Kaepernick tenía argumentos de sobra no solo para aspirar a mantenerse en activo, sino para pelear por la titularidad en un buen número de equipos.
Hoy, las cosas son radicalmente distintas. Kap ya no es un jovencito, y aunque se mantiene en forma y no pierde la esperanza de volver a la actividad, lleva mucho tiempo sin jugar. Sin embargo, más allá de que nadie en su sano juicio podría apostar por él para ser titular, estoy convencido de que sigue siendo mejor que varios mariscales de campo sustitutos que hoy están bajo contrato.
Ante los sucesos de las últimas horas en los Estados Unidos, es evidente que la causa de Kaepernick siguen estando vigente.
En su momento, los dueños de la Liga prefirieron evitar que utilizara la plataforma de la NFL para darle fuerza a su movimiento, pero el tiempo, y la terca realidad, se están encargando de poner a cada quien en su lugar.
Y es que más allá de lo dicho por el comisionado y las declaraciones que puedan venir en las próximas semanas de parte de los dueños, está claro que en este tipo de temas, y aún cuando la enorme mayoría de sus jugadores son afro-descendientes, la Liga prefiere voltear hacia otro lado y proteger el negocio.
Colin Kaepernick es un activista social respetado y comprometido con su causa, cuya voz se ha vuelto indispensable en el contexto actual, y con apenas 32 años de edad, se puede afirmar que ya ha cumplido con una importante misión de vida. Sin embargo, él todavía sueña con volver al terreno de juego y demostrar que puede relanzar su carrera como mariscal de campo.
Falta ver si al menos uno de los 32 dueños de la NFL tiene los suficientes pantalones para poner en riesgo su negocio, la relación con el presidente y con miles de fanáticos, y le ofrece un contrato a Kaepernick colocándose del lado correcto de la historia.
Twitter: @JosePabloCoello |