Vaya que nuestra columna, "Las Víctimas del Dr. Ascenso", ardió hasta en lo más profundo del gremio futbolístico.
Recibí comentarios, insultos y provocaciones de todo tipo, pero lo que más me llamó la atención fueron algunas mentiras con las que el futbolista constantemente se defiende, diferentes mecanismos de defensa que ellos tienen, como seguramente nosotros tenemos los nuestros.
Mentira uno: "Los comentaristas viven de los jugadores".
Una falsedad que ha pasado de generación en generación, y lamentablemente ha llegado a pudrir el autoestima de muchos colegas.
Hay que aclararles que, tanto jugadores como periodistas vivimos de una industria liderada por los equipos y los medios de comunicación. Pensar que el comentarista vive del jugador es absurdo, ya que ambos somos la parte pública de la industria.
Además, no se les olvide que los derechos de transmisión representan uno de los principales ingresos de los equipos deportivos, algo que muy pocos equipos y jugadores valoran, en el caso del segundo, tal vez porque no lo sabe.
Mentira dos: "La profesión de futbolista no es privilegiada".
Sin duda, algo de lo más inconsciente que leí fueron los que me aseguraban que la profesión del futbolista no es privilegiada, un error de perspectiva grave en un país como México, en el que 9 millones de personas viven con el salario mínimo, e independientemente del factor dinero, por la simple cuestión del tiempo que requiere su día laboral, ya es privilegiada. Tomen en cuenta que una de las principales razones por las cuales el trabajador promedio no puede evolucionar, es precisamente por la falta de tiempo.
Mentira tres: "Los jugadores del Ascenso no tienen nada que ver en la desaparición del Ascenso MX".
De las mentiras detectadas en las últimas 48 horas, esta fue la que más me sorprendió.
¿Cómo es posible que el protagonista principal de un espectáculo este ausente de responsabilidad en el éxito o fracaso de un producto? Sí, así de egoístas son.
Si una película fracasa, el actor tiene responsabilidad; si un concierto fracasa, el cantante tiene responsabilidad; si un programa fracasa, los conductores tenemos responsabilidad; si esta columna fracasa, tendré responsabilidad, y obviamente, si una Liga profesional fracasa, los futbolistas tienen responsabilidad.
Mentira cuatro: "Todo es culpa de los de pantalón largo".
Se trata de la herramienta mejor utilizada por el futbolista élite de México; antes, durante y después de los Mundiales.
Esta filosofía es endémica, y estoy convencido que inconscientemente le hace mucho daño al jugador mexicano y al mexicano en general. Obviamente no se dice con el fin de dañar, pero es un efecto colateral; alimenta la cultura del victimismo y promueve el culpar a factores externos, antes que a uno mismo.
Una parte de mi cree que eso es lo que nos separa del quinto partido.
Twitter: @AldoFariasGzz |