Va para todos y a todos afectará de alguna u otra manera. Ver en Europa, específicamente en Alemania, salas de cine adaptadas para que sólo pueda utilizarse el 50 por ciento (o menos) de la capacidad del recinto, es una clara muestra de lo que se viene en distintos rubros para los próximos meses.
Los asientos están dispersos, alejados. Hay lugares pares y nones. No más de 2 juntos.
Lo mismo sucederá en los teatros, en la industria restaurantera y en cualquier espectáculo cultural y deportivo. La afectación será considerable, altamente preocupante y para muchos empresarios el simple rediseño de aforos, convertirá la rentabilidad del proyecto en inviabilidad o peor aún, en quiebra.
Aerolíneas trabajan buscando nuevos esquemas que permitan la operación sin alterar las obligaciones y recomendaciones sanitarias. Vender menos lugares para dejar algo de espacio entre los usuarios. Más pérdidas económicas.
Los gimnasios no tienen fecha definida para que reabran sus puertas. El estimado indica que para el mes de septiembre podrían volver a funcionar. Mientras tanto, equipamiento esperando nuevamente ser encendido y empleados desesperados por volver a trabajar.
En el futbol mexicano las finanzas comienzan a erosionar. Algunas penden de un hilo. Y no es que sea fatalista, es una realidad imposible de esconder.
La simple cancelación del actual torneo representa una pérdida cercana a los 100 millones de dólares. Cifra que impacta brutalmente a toda la industria y a todos los involucrados.
Rayados de Monterrey, una de las instituciones con mayor capacidad y solvencia económica, decidió ponerle fin a la historia de Barovero y Vangioni con el único objetivo de reducir costos. El campeón del futbol mexicano se ha visto en la necesidad de sacrificar en lo deportivo con tal de mantener un sano equilibrio en sus números. Hoy, gastar de más podría aniquilar hasta al proyecto mejor enraizado.
Así que en medio de la incertidumbre, volver a las bases será una de las estrategias más sensatas en términos de comercialización y negociaciones. Préstamos, trueques, devoluciones, regresos. Ahí está lo de Hugo González y Avilés Hurtado. Y ojo, estamos hablando de Rayados.
Otros clubes comienzan a tomar medidas más serias. Nuevos contratos bajo estrictos objetivos de cumplimiento o por partidos jugados. Bonos sólo en caso de ciertos números alcanzados y sueldos por debajo del promedio que se venía manejando.
Necaxa, uno de los equipos que ha logrado establecer un firme y rentable negocio con venta de jugadores, debe estar verdaderamente preocupado. Y lo estará mínimo un año. ¿Quién le va a pagar lo que pidan en su momento por Mauro Quiroga? Si ahora vale 2.8 millones de dólares y lo quisieran vender en 7 u 8. ¿Quién? ¿Qué equipo va a desembolsar una cantidad así? Por ahora ninguno.
Se vienen tiempos complicados.
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