Jonathan Espericueta pintaba para ser un crack, pero nunca despegó. FOTO: Archivo

Pasan los años y Jonathan Espericueta no puede consolidarse en un equipo de futbol.

"Espiri" tiene ya 25 años, y tras dos años a préstamo con el Puebla, deberá ver con los Tigres cuál será su futuro, porque su presente no ha sido nada bueno tras estar lesionado en La Franja.

Cuando el volante regiomontano marcó aquel gol olímpico con el Tri ante Alemania en Semifinales del Mundial Sub 17 en Torreón, nadie dudó que estábamos ante una nueva joya de los Tigres y del futbol mexicano.

En aquel lejano 2011 ya se distinguía por su clase en las divisiones inferiores. Su debut en el primer equipo de Tigres vino un año después en la Concachampions ante el Real Estelí de Nicaragua, anotando un gol.

En México debutó en la Copa MX, un 24 de julio del 2013 contra el Cruz Azul Hidalgo.

En el 2014 fue cedido a préstamo al Villarreal B de la segunda de España, pero "Espiri" regresó al año siguiente y en su retorno tampoco pudo cumplir con la expectativa que él mismo se había creado.

En la Liga MX, debutó en el Clausura 2015, al jugar 25 minutos en la última fecha de la fase regular ante Toluca y también tuvo participación en la Copa Libertadores en donde anotó un gol ante el Juan Aurich, de Perú en Fase de Grupos.

Para el Apertura 2017, el mediocampista regiomontano fue cedido al Atlético San Luis en la Liga de Ascenso y a su regreso a los Tigres, volvió a ser prestado, ahora al Puebla.

Con los Camoteros, "Espiri" se ganó por momentos la titularidad, pero entre lesiones y demás, el regio se fue apagando.

Su último partido en la Liga fue el 23 de noviembre del 2018 en Tijuana ante Xolos y después de eso, sólo tuvo minutos en Copa y en la Sub 20 de La Franja.