Las sensaciones siguen siendo extrañas. Fue tan larga y espesa la espera que uno imaginaba un regreso lleno de vértigo y pasión. Sin embargo, dadas las circunstancias que atravesamos, resultó imposible. A muchos equipos les falta rodaje, ritmo y futbol. Fueron aquellos que disputaron el torneo amistoso los que mejor se vieron y aquellos que deambularon en medio de la incertidumbre durante más de 120 días, los que peor se mostraron.
De pasión, imposible hablar. Por ahora la palabra sigue guardada celosamente hasta que llegue el día en que pueda ser transportada una vez más al graderío. Es difícil aceptarlo. Cuesta trabajo digerirlo y no es sencillo creerlo. Pero no hay otra opción. Es eso o nada. Así de cruel.
Los estadios sin público son extremadamente fríos, parten la piel de resequedad. No hay quien riegue la tierra con cánticos, con aliento, con sonrisas, gritos y hasta mentadas.
Eso sí, afortunadamente la pelota volvió a rodar. La industria del futbol mexicano se encendió nuevamente antes de que los estragos financieros sepultaran a más de tres o cuatro equipos que desde la cancelación del torneo anterior, caminan por una peligrosa cornisa sin suficiente estabilidad económica.
Así que más vale adaptarnos y reinventarnos ante la nueva realidad o la nueva normalidad (como quieran llamarle) para buscar cuanto antes esa recuperación que les permita a los clubes y a toda la industria del deporte, sobrevivir en los siguientes meses. A nadie, a ningún actor de esta puesta en escena le conviene que el teatro del futbol siga sin funciones.
Es por eso que aunque duela ver los estadios vacíos, la pelota debe rodar. No queda más que disfrutar desde casa, desde la comodidad del hogar y a través de la televisión de nuestro futbol.
Que sea la distracción que tanto bien hace. Que sea el bálsamo para curar el aburrimiento y el letargo que parece eterno, que sea el pretexto perfecto para seguir cuidándonos todos.
Cruz Azul sigue siendo un equipo con pegada. Que aún sin brindar un partido decoroso, es capaz de sacar los tres puntos. No sólo tiene un once competitivo sino una banca que ilusiona.
Hace mucho tiempo que un par de jóvenes no eran la grúa para salir de un instante pantanoso. Alexis Gutiérrez y Misael Domínguez son gratas opciones para Siboldi.
Me gustó Tigres y su juego tan establecido. Saben la receta de memoria. Xolos tiene todo para ser la revelación. Tienen técnico y tienen plantel. León seguirá siendo el León seductor y de buen juego.
Querétaro sufrirá. La compra de la franquicia alcanzó sólo para el auto seminuevo pero no para cambiarle el motor y los neumáticos. Espero que el "hambre" de tanta juventud ahí reunida, sea la válvula que potencie el proyecto.
Otorguemos el beneficio de la duda al torneo entre austeridad, ausencia y soledad. Disfrutemos que hoy lo tenemos.
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