Jugadores van y jugadores vienen, al igual que los técnicos en Chivas, que simplemente no encuentra la fórmula tanto administrativa como deportiva para justificar el privilegiado puesto que posee entre los grandes del balompié mexicano.

Hace unos días, Hugo Sánchez lanzaba un polémico comentario al mencionar que no pasaba nada si el Rebaño comenzaba a contratar extranjeros.

La declaración del Penta hizo eco en la afición dividiendo opiniones.

Tal declaración, aunada a los malos resultados que el equipo ha arrastrado en los últimos Torneos Cortos, ha potenciado la idea de ver a las Chivas jugando con extranjeros, sin embargo, parte de la grandeza de la escuadra rojiblanca, sino es que toda, es el hecho de alinear a 11 mexicanos cada semana y jugar al tú por tú contra equipos de amplias posibilidades económicas como el América, los Tigres o el Monterrey, entre otros.

Debe ser frustrante para la afición tapatía ver cómo un equipo que ha invertido en jugadores y técnicos de primera simplemente no puede mantener la regularidad o proponer un estilo de juego atractivo, lo que nos hace preguntarnos si la contratación de extranjeros sería la solución para que Chivas volviera a lo más alto del futbol nacional.

Las palabras de Sánchez han puesto la disyuntiva para Chivas entre conservar la mística o ser un equipo ganador.

 
 
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