Me lo habré topado infinidad de veces con la camiseta de la Selección Mexicana en los hoteles de concentración, en aeropuertos, en giras nacionales y partidos internacionales. Lo vi entrenar a tope, luchar por un puesto dejando alma y cuerpo en cada escaso minuto conocido. Nunca le sobraron oportunidades. Las tuvo a cuentagotas.
Fui testigo de cómo todo un estadio enmudeció cuando una dramática lesión le fracturó el sueño de llegar a una Copa del Mundo. Estuve a unos cuantos metros de ese macabro sonido que le desmoronó algo más que la tibia. Vi cómo su cuerpo se hizo añicos y cómo se dobló de dolor porque sabía que el sueño había acabado.
No se rindió, siguió luchando y formó parte de nuevos procesos. Sin embargo, por alguna extraña razón, a pesar de su buen futbol, de ser un dotado técnicamente, siempre pulcro y cerebral, sus apariciones con Selección Mexicana nunca fueron constantes (156 minutos en seis partidos durante la era Martino).
"Pienso que nadie es indispensable y mucho menos yo que he tenido poca o nula participación en este proceso", dijo Montes categórico.
Y es cierto, fueron más las ocasiones en que lo vi impaciente mover las piernas pegado a la banca esperando turno, con la casaca puesta (que más bien le parecía una camisa de fuerza), que partidos en donde haya recibido la confianza absoluta del entrenador. Nunca fue inamovible y mucho menos un referente. Otros le ganaron la carrera por la titularidad.
¿Qué tal si hubiera dicho lo mismo sin renunciar al llamado? Pudo manifestar su inconformidad, señalar la escasa motivación que encuentra ante la falta de minutos, pero aclarando que está dispuesto a ganarse ese lugar entre los mejores 11. Que desea ser en Selección el mismo Montes trascendente como lo es con su club, pero está claro que ya no le interesó el competir. Al menos no por la camiseta de México.
Respeto la postura del "Chapo". Hasta ahí. Considero que a ningún representativo nacional se le debe despreciar así seas el número 30 en la lista de convocados.
Soy de los que piensa que ni a los grandes genios de la pelota se les debe rogar para asistir a una convocatoria como también considero que cada futbolista tiene el derecho de pensar distinto del resto.
Aplaudo su sinceridad y el decir las cosas (pudo no decir nada dejando mal parado a Martino) en tiempos donde lo más fácil es quedarse callado y ver cómo arde Troya. De alguna manera muestra agradecimiento cerrando la puerta sin gritos innecesarios.
Se le recordará en Selección Mexicana por la terrible lesión que lo alejó de Brasil 2014.
Futbol tuvo y tiene de sobra; le faltó ser más mediático, aparecer más en la televisión y hasta jugar en un equipo de mayor convocatoria.
Montes ha puesto punto final a su relación con Selección Mexicana. Será más largo el proceso de Martino que el tiempo que "Chapo" pueda mantener su extraordinario nivel en Liga MX.
Twitter: @CARLOSLGUERRERO |