| | Kansas City comienza la defensa de su título ante Houston.
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AP |
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Han pasado apenas ocho meses desde que Patrick Mahomes guió en una remontada increíble a Kansas City, que perdía por 24-0 y terminó doblegando a Deshaun Watson y Houston en la ronda divisional de los playoffs. La reacción, tremendamente eficaz, acabó catapultando a los Chiefs a su primer Super Bowl en medio siglo. Desde entonces muchas cosas han cambiado. La pandemia de coronavirus obligó a cancelar todos los campamentos voluntarios, así como los partidos de pretemporada. Ello significa que la revancha de mañana en el Arrowhead Stadium será el primer partido para cualquiera en la liga desde febrero. Quiere decir también que el público en una de las aduanas más complicadas en la NFL se limitará a cerca de 17 mil aficionados. Los Texans no cuentan con el receptor estelar DeAndre Hopkins ni con el corredor destacado Carlos Hyde en su plantilla. El coach de los Chiefs Andy Reid tampoco soporta ya la deshonrosa y pesada etiqueta del mejor entrenador que no había ganado un campeonato. "Tienes que esperar lo inesperado", admitió Mahomes. "Y eso es lo que estamos intentando hacer. Vamos a tener un plan de juego para todo y yo me voy a ajustar tan rápido como pueda para que podamos tener un inicio veloz. Espero". Hay suficientes razones para que ambos equipos esperen tener un buen inicio. Claro, la ofensiva de los Texans pasó por una transformación drástica con la partida de Hopkins y Hyde. En cambio llegaron los receptores Brandin Cooks y Randall Cobb, y Houston cuenta también con un saludable David Johnson como corredor. Y su defensiva tiene sano a J.J. Watt, algo con lo que contó sólo durante la mitad de los partidos la temporada pasada. Pese a la destacada carrera de Watt, se ha ausentado de más partidos de los que quisieran los Chiefs. "Tenemos una oportunidad al visitar el estadio de los campeones del Super Bowl al inicio y competir ante un gran equipo. Eso queremos.. Eso deseamos", dijo Watson, quien firmó una extensión de contrato por cuatro años y 160 millones de dólares la semana pasada. "Es la mejor oportunidad para iniciar la campaña". Se trató de la segunda extensión de contrato más valiosa en la historia de la NFL. La primera, la de 10 años que firmó Mahomes, el Jugador Más Valioso del Super Bowl, quien podría terminar devengando cerca de 500 millones de dólares. Grandes salarios para dos quarterbacks que fueron elegidos con dos selecciones de diferencia en la primera ronda del 2017. |