No todo son lamentables errores entre los de pantalón largo en nuestro balompié.
De vez en cuando, también se producen los refrescantes aciertos.
Aunque suelan quedar escondidas entre las incomprensibles, o las arbitrarias, o las malas decisiones tomadas, también existen las buenas entre los dirigentes del futbol mexicano.
Como no es algo que suceda con la frecuencia que muchos quisiéramos, vale la pena mencionar los 2 más recientes aciertos de los mandamases de la Liga MX.
Primero, está la atinadísima decisión de bautizar al próximo Torneo de Liga con el nombre de "Guardianes 2020", como muy merecido, mínimo y obligatorio homenaje a tanta gente del sector salud que en estos meses (más que de costumbre) se ha partido el alma y arriesgado su vida para hacer más llevadera la de los cientos de miles de personas contagiadas con el Covid-19 en nuestro País.
Ciertamente, el necesario mensaje de agradecimiento para doctoras, doctores, enfermeros y enfermeras, personal médico, clínico y hospitalario en general, hubiera sido más efectivo y tenido mayor penetración si las palabras ofrecidas las hubiéramos sentido menos salidas de un "teleprompter" y más del corazón de Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX que se encargó de anunciar el lanzamiento oficial de ese "Guardianes 2020".
Pero aunque haya sido tibio, el mensaje fue certero y sólo puede agradecerse y aplaudirse el obligado homenaje a esos auténticos héroes de nuestra lastimada sociedad.
Después, a ese plausible acierto los dirigentes de nuestro futbol le añadieron la también atinada decisión de distribuir de jueves a lunes los partidos de cada jornada.
En esta etapa en que se jugará sin público en los estadios, y considerando que para la mayoría de los aficionados durante estos meses de confinamiento no se ha percibido diferencia alguna entre un miércoles y un domingo, se antoja oportuno espaciar los 9 partidos de cada jornada para que ninguno se empalme con otro.
Ahora, queda por verse si otra decisión tomada, la de volver a jugar a costa de lo que sea, logra en algunos meses manifestarse como un acierto más, ya que sea debidamente aquilatado si el riesgo que implica produce los beneficios deseados y no los perjuicios temidos.
A final de cuentas, tarde o temprano a pesar de la pandemia deberemos tratar de volver a cierta normalidad, en el afán de evitar que ya pasada esta crisis, cuando sea cabalmente medido el saldo final, resulte peor el remedio que la enfermedad; peores los efectos de la debacle económica que los ya lacerantes y dolorosos estragos del coronavirus.
A nivel personal, de empresas, de negocios y del País entero, poco a poco será primero conveniente, después necesario y más adelante tal vez indispensable ir sacudiéndose el confinamiento.
Aunque evidentemente lo haga por la urgencia de reactivar la maquinaria del dinero, el futbol mexicano podría servir como ejemplo de lo que en otros ámbitos deberá intentarse poco a poco.
Tras 2 decisiones incuestionablemente acertadas, ojalá que esa tercera termine por serlo.
Más nos vale.
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