Todo transcurría como lo dictaba la rutina, pero los acontecimientos nos empezaron a rebasar y por el bien de nuestra comunidad decidimos cerrar la escuela de Yoga.
Ya estaba en nuestra mente el poder ofrecer clases online, pero por alguna causa no nos atrevimos a dar el paso.
Exploramos opciones y lo primero fue pensar, será muy difícil, es un cambio muy drástico, pensar que las personas no se iban a conectar.
A partir de prueba y error fuimos puliendo la manera y la sorpresa llegó cuando en la segunda clase tenía 60 personas conectadas haciendo yoga desde varias partes del mundo.
El encierro parece limitarnos, pero realmente lo que nos limita es nuestra propia mente, las herramientas tecnológicas y la creatividad están ahí al alcance de tu mano; el reto es atreverte a dar el primer paso, a salir de tu zona de confort y explorar nuevas maneras de observar y atreverte a mirar con nuevos ojos.
La experiencia de compartir en línea, si bien no es la misma que una clase presencial, es muy cercana y al estar en casa, un entorno seguro, favorece la disposición mental.
Gozas de más libertad de la que imaginas, no dejes que la toxicidad te invada pues luego será muy difícil poder salir de la obscuridad que puedes crear.
"Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo".
Abraham Lincoln www.yogaenlacueva.com |