| | Diego Silveti actuó en el último festejo de luces antes de la pandemia en Teziutlan, Puebla.
FOTO:
Cortesía Casa Silveti |
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| | El 15 de marzo de 2020 en Teziutlan, Diego Silveti cortó dos orejas de las cinco que sumó en las cuatro corridas en que actuó en 2020.
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Cortesía Casa Silveti |
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"Nos debemos dar la oportunidad de valorarlo todo", es la conclusión de Diego Silveti, uno de los matadores mexicanos más sobresalientes en el escalafón. Con nueve meses sin haber vestido el traje de luces desde que actuó en la última corrida que se dio en marzo antes del parón obligado por el Covid-19, Diego Silveti toma la situación preocupado pero con positivismo. "Yo creo que no puede ser de otra manera. Si no somos positivos nos amargaríamos. Este maldito virus que vino a trastornar al mundo, pero sobre todo a quitar muchas vidas, ha traído consecuencias para todos. Sin embargo los tiempos de crisis son de oportunidad. "Creo que debemos dar un vuelco. Los ganaderos para seleccionar mejor en sus vacadas; los empresarios para aprovechar mejor las fechas y nosotros los toreros a valorar más las oportunidades que tenemos", sugirió el diestro guanajuatense. Su padre, el desaparecido y recordado Rey David, es, hasta en la pandemia, ejemplo para el continuador de la famosa dinastía. "Yo viví muy de cerca con papá la paciencia que tuvo cuando sus lesiones le impidieron torear. Esa inactividad obligada -igual que en la pandemia- le cambió la manera de torear, de ser en la vida, y eso es lo que me ha ayudado para entender y trascender el hartazgo, la incertidumbre, el enojo que provoca el no poder torear, pero que, en contrasentido, me ha permitido disfrutar aún más de mi familia", apuntó el sobrino de Alejandro Silveti, quien además es su apoderado. Diego reconoce que el toreo es el sustento principal de su nueva vida familiar. "Ellos (su esposa e hijo) han sido un gran apoyo moral para estos momentos y eso lo agradezco infinitamente". Silveti desea que este año sea de recuperación en todos sentidos. "Lo único que no se puede (recuperar) son las vidas perdidas, y eso lo lamento, pero quienes estamos aquí gracias a Dios sanos, debemos buscar recuperar lo perdido. Será difícil porque no veo que en enero y febrero se puedan dar toros; esperamos que en marzo podamos volver a torear en los ruedos", concluyó.
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