El Juego 1 de la Serie Mundial se trató de Mookie Betts y su búsqueda para darle a los Dodgers de Los Ángeles un título y a los fanáticos de todo el país un taco gratis.
El Juego 2 nos recordó de que los Rays pueden ser mejores de lo que imaginamos.
El Juego 3 puso la mesa para una Serie Mundial pareja.
Ahora, Grandes Ligas solo puede esperar que los fanáticos tengan hambre de más.
"Estamos bien y estamos aquí para jugar", dijo el lanzador Blake Snell al finalizar el segundo de la serie.
"No va a ser una Serie Mundial fácil. Tenemos química y podemos jugar muy bien juntos. Van a tener que jugar en su mejor nivel todas las noches, como lo haremos nosotros ''.
Justo cuando los fanáticos de los Dodgers comenzaban a creer que este podría ser el año en que la sequía de victorias de 32 años del equipo en la Serie Mundial finalmente podría terminar, Snell no permitió un hit en las primeras cuatro entradas. No logró pasar el quinto pero ponchó a 9 de los 15 Dodgers que enfrentó.
"Esta noche fue un gran juego para nuestro equipo'', dijo Joey Wendle.
"El Juego 2 fue un indicador un poco mejor de qué tipo de equipo somos".
Y sí, los Rays son un equipo de bajo presupuesto que juega a lo grande, incluso cuando luchan ofensivamente, como lo hicieron contra los Astros de Houston. Tienen partes de pitcheo intercambiables que Cash ha sabido mover y presumen una gran defensa cuando la necesitan.
No fueron avergonzados en el Juego 1, pero no jugaron como los Rays que hemos visto en toda la temporada. Eso pareció cambiar con el primer jonrón de Brandon Lowe en el segundo partido cuando, de repente, se dieron cuenta de que sí eran rival ante un equipo en su tercera Serie Mundial en cuatro años.
"Todos en el vestuario de los Rays morirían por el tipo que está a su lado. Van a salir y dar todo lo que tienen sin importar lo que sea. Salieron y nos golpearon primero, pero entendimos que no se puede cambiar lo que pasó. Tenemos que presentarnos y tenemos que ocuparnos de lo que viene", dijo Lowe.
Una serie competitiva siempre es bienvenida, por supuesto, pero tal vez incluso mas en el año más extraño del béisbol moderno. Los Playoffs han sido lo suficientemente entretenidos, pero no han generado mucho entusiasmo: el Juego 1 fue partido inaugural de una Serie Mundial con el rating más bajo de la historia.
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