El mundo árabe se vuelve a reunir con motivo del Mundial de Clubes. FOTO: EFE

Desde hace más de dos años, Arabia Saudita le impuso un bloqueo a Qatar, pero el futbol ha servido como un pretexto para hacer una tregua.

El primer paso lo dieron en noviembre pasado a nivel de selecciones, cuando Arabia Saudita confirmó su participación en la Copa del Golfo al igual que sus dos aliados en el boicot Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.

El torneo se disputó sin mayores contratiempos y Bahrein se coronó campeón al vencer en la Final a los saudíes, que en Semifinales habían eliminado al anfitrión Qatar.

Y hoy el mundo árabe se vuelve a reunir en el Estadio Jassim Bin Hamad con motivo del Mundial de Clubes.

De los 6 participantes aún con vida en el torneo, la mitad tienen raíces árabes.
Además del local Al Sadd, que enfrentará al Monterrey, el Al Hilal de Arabia Saudita y Espérance de Túnez juegan hoy en la doble jornada de los Cuartos de Final.

"Todos son bienvenidos, las puertas están abiertas", dijo Hassan Al Thawadi, secretario general del Mundial 2022 en un encuentro con medios internacionales días atrás.

Por esta vez, el futbol prevaleció sobre la política.

Fue posible ver en las gradas aficionados del Al Hilal, del Al Sadd y del Esperance de Túnez, vecino de Egipto, que también tiene ha bloqueado a Qatar