Como sucede semestre a semestre, cada participante de la Liga MX se arma como puede con lo que cada cual tiene.
Unos "reestructuran" lo que en realidad nunca han estructurado, otros pulen y refuerzan verdaderas estructuras, y la mayoría deambula en medio sin saber siquiera lo que estructurar significa.
Ahora, de cara al Torneo de Clausura 2020, otra vez con 18 competidores en el Máximo Circuito -por obra y gracia de la inevitable desafiliación del Veracruz-, vuelven a ser unos cuantos los equipos que acaparan las notas por la cantidad de refuerzos adquiridos, aunque no necesariamente por la calidad de los mismos.
A la cabeza de los reforzados para este torneo están las Chivas, que a pesar de terminar decentemente el anterior -aunque de cualquier forma derivó en el quinto imperdonable fracaso consecutivo- decidieron modificar por completo su plantel, con nueve incorporaciones de las cuales seis o siete parecen destinadas a ocupar un puesto en el cuadro titular.
Y tratando de emular a estas reforzadas Chivas, otros equipos que adquieren lo que pueden con lo que tienen y saben, en el intento de armarse para competir con los más poderosos; o por lo menos para hacer como que lo intentan.
No sólo entrándole con alegría a las transacciones e intercambios de jugadores o directores técnicos, sino también, como novedad, a los de dirigentes: Ricardo Peláez del Cruz Azul al Guadalajara, Rodrigo Ares de Parga de los Pumas al Querétaro, Jaime Ordiales de los Gallos al Cruz Azul, Mauricio Lanz del América al Morelia... y lo que se vaya acumulando. Varios equipos dizque armando planteles y modificando supuestas estructuras en los diversos niveles.
Entre los más reforzados para este torneo, sin duda alguna las Chivas, y quizá el Puebla y algunos otros. Pero los más fuertes, evidentemente, siguen siéndolo el América, los Tigres y el Monterrey.
Aunque ya se sabe que casi casi cualquiera puede ser campeón en este sui generis futbol mexicano aderezado con su peculiar y emparejador sistema de competencia, si se tratara de apostar siempre sería más sensato hacerlo por los que llevan buen rato siendo los más fuertes, y no tanto por los que más se reforzaron de cara al torneo en turno.
O quizá, también, algo valdría la pena apostar por aquellos equipos que sin contar con planteles tan poderosos como los de los tres mencionados, han sabido darle a su trabajo la adecuada continuidad para una y otra vez lograr, con la debida eficiencia colectiva, contrarrestar la aparente desventaja en el renglón de las individualidades.
Que cada quien se ponga la camiseta que prefiera y cruce los dedos en la esperanza de ver campeón a su equipo favorito, pero sin camiseta puesta y con la frialdad de las probabilidades, basado en el verdadero potencial de cada contendiente, no son más de cinco los que pueden, desde la teoría, considerarse auténticos y firmes candidatos al título.
En esta ocasión, para variar, el Monterrey, el América, los Tigres, el Santos Laguna, el León... ¿y cuál otro?
Twitter: @rgomezjunco |