Creo que este fin de semana ha sido el más importante en lo deportivo desde que regresaron las actividades que fueron afectadas por el Covid-19. Me considero fan de muchos deportes, en especial este domingo estaba repleto de emociones.
Primero con la Fórmula Uno, donde Lewis Hamilton se coronó en el Gran Premio de Eifel para igualar el récord de victorias de Michael Schumacher con 91, el mayor todos los tiempos. Por cierto, gran carrera de Checo Pérez que terminó a un paso del podio y se colocó como el quinto mejor piloto actualmente en la F1.
Asimismo pudimos disfrutar del gran triunfo de Rafa Nadal, quien gana su corona número 13 en Roland Garros al apabullar en tres sets a Novak Djokoic (que no soy fan), y empatar con Roger Federer, que, a mi parecer, es el tenista más grande de todos los tiempos con 20 títulos de Grand Slam, pero sin duda ellos tres han dominado el tenis en los últimos 15 años.
Por otro lado, estuvo la dolorosa victoria de Dallas ante Gigantes tras perder a su quarterback, Dak Prescott, el resto de la temporada por una lesión en el tobillo. Y qué decir del emocionante triunfo de Lakers en la Final de la NBA contra Miami, y la promesa del equipo de Los Ángeles de ganar el título para el fallecido Kobe Bryant, pero, en mi opinión, Lebron James no acaba por convencer.
Y, por supuesto, las grandes actuaciones de Gaby López y Abraham Ancer.
Gaby terminó empatada en el noveno lugar (su mejor posición en un "Major") del KPMG Women's PGA Championship, uno de los cinco "Majors" de la LPGA. Desde el primer día Gaby se colocó en muy buena posición y permaneció en el top del tablero toda la semana. Al final, el soporte de su coach, Horacio Morales, fue primordial, ya que estuvo apoyándola de cerca ahí mismo en el torneo.
Y Abraham, que sigue con su buen paso después de un descanso tras su participación en el US Open, termina en el cuarto lugar del Shriners Hospital for Children Open, primer torneo de dos que se jugarán en Las Vegas en semanas consecutivas. Con el resultado, Abraham escala lugares del ranking mundial y se convierte en el número 21 del orbe. Cabe destacar que lleva más de dos años entre los mejores 50 y continúa como el mejor latino delante de Joaquín Neimann, Sebastián Muñoz, Emiliano Grillo y Jonathan Vegas.
Como les he platicado en anteriores ocasiones, a Abraham se le ve muy seguro dentro del campo, también, creo, en todo su entorno ha encontrado un equilibrio tanto físico como emocional que se transmite en el campo de golf. Solamente le hace falta la victoria que ha estado acariciando en los últimos años y que estoy seguro que a este ritmo estará por llegar.
Y para cerrar el fin quiero decirles también que pude disfrutar al máximo jugar golf con mi padre el domingo, quien, a sus 86 años, tiró 79 golpes; no cabe duda que este fin de semana deportivo lo recordaré por mucho tiempo.
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