| | Sven-Goran Eriksson tuvo un corto paso con la Selección Mexicana.
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Sven-Goran Eriksson, ex director técnico de la Selección Nacional, falleció a los 76 años tras una larga enfermedad, informó su familia.
"Nuestro padre Sven-Goran Eriksson durmió tranquila y pacíficamente en su casa de Björkefors, en las afueras de Sunne, esta mañana, lunes 26 de agosto. Lleva mucho tiempo luchando contra su enfermedad con mente positiva y gran valentía, pero ahora ha llegado a su fin.
"Hemos compartido su agradecimiento y hemos podido vivir los maravillosos encuentros entre él, el fútbol y todos sus amigos. Agradecemos sinceramente a todos por estos recuerdos positivos y su apoyo durante su enfermedad. Nos hemos inspirado en su entusiasmo por la vida, su coraje y su voluntad de vivir la vida al máximo, incluso al final.
"Esperamos que recuerden a papá como la persona positiva y valiente que siempre fue, tanto en público como en casa con nosotros", se lee en el comunicado firmado por Lina y Johan Eriksson, hijos del entrenador.
Eriksson fue diagnosticado con cáncer de páncreas en fase terminal el pasado mes de enero y recientemente declaró que le quedaba como máximo un año de vida. "Hasta ahora soy un hombre sano y enfermo; decir que no tengo miedo a morir, supongo, es mentira; a veces se me pasa por la cabeza, pero trato de no pensar en ello", mencionó Sven-Goran Eriksson para Amazon Prime Video. Finalmente, Sven quería descansar y despedirse en su lugar natal Sunne, Suecia, junto a su familia. "Es un lugar hermoso, te tranquiliza. Allí, debajo de la montaña, creció mi padre. Siguiendo recto está Thornsby, donde crecí y Sunne, donde nací. Siempre pensé que era un gran lugar para dormir. Las cenizas se pueden arrojar al agua aquí. Se siente como en casa", señaló en su momento.
Al frente de la Selección Mexicana, Eriksson dirigió entre 2008 y 2009 13 partidos, con saldo de seis triunfos, un empate y seis derrotas. El legendario técnico sueco dirigió a equipos como la Roma, Sampdoria, Lazio, a la Selección de Inglaterra, a la Selección Mexicana y recientemente pudo cumplir su sueño de dirigir al Liverpool FC. Su paso por la Selección Nacional Tras la destitución de Hugo Sánchez en 2008 como técnico de la Selección Nacional, el dueño de las Chivas, Jorge Vergara (q.e.p.d.) fue quien pidió que se buscara un técnico extranjero, de gran currículum, con otra mentalidad para darle un nuevo rostro al Tricolor.
Vergara impulso la contratación de Sven-Goran Eriksson y Justino Compeán en su calidad de presidente de la FMF le dio el visto bueno.
El técnico había ganado títulos con el Benfica, la Roma y la Lazio, antes de llegar al Tri.
Para el técnico Eriksson fue difícil entender el entorno del futbolista mexicano, era un estratega acostumbrado a una disciplina diferente y tuvo serios encontronazos con jugadores como Cuauhtémoc Blanco al que dejó fuera de las eliminatorias, luego de que el jugador no llegó a dormir a una concentración.
El estratega sueco permitía que los jugadores estuvieran más libres, dejando que ellos pusieran sus reglas, lo cual generó caos al interior del Tricolor.
Para Sven-Goran Eriksson no había diferencias entre jugadores nacidos en México o naturalizados, simplemente eran futbolistas y así le abrió la puerta a cinco elementos no nacidos en territorio nacional. Llamó a Matías Vuoso, Leandro Augusto, Guillermo Franco, Antonio Naelson "Sinha" y Lucas Ayala.
Uno de los principales problemas entre el técnico Eriksson y los jugadores de la Selección Nacional fue la comunicación, pues los futbolistas nunca lo entendieron.
Carlos Vela reveló que era complicado comprender lo que el técnico sueco quería y, aunque tenía como auxiliar al mexicano Paco Ramírez, su trato era lejano con el jugador, se limitaba a dar instrucciones a la distancia y nunca dialogaba con ellos.
Conversaba en sueco con sus allegados y jamás se ocupó en subsanar este tema con los integrantes del Tricolor.
Tras su salida del banquillo de la Selección Nacional se supo que Sven-Goran Eriksson tenía un sueldo millonario. Durante 10 meses de trabajo cobró 2.9 millones de dólares y su rescisión costó 4.1 millones de dólares más.
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