Cantaron, saltaron, alentaron y todo por empujar a sus Rayados... y lo consiguieron. Lo que se vivió anoche en el Estadio BBVA fue fiesta. No cabe duda que el Monterrey y su afición están en plena reconciliación. El gol de chilena de Rogelio Funes Mori terminó por inundar de felicidad al "Gigante de Acero", ya que desde antes de arrancar el juego de ida de la Final ante el América la atmósfera fue emotiva y festiva. "La grandeza de este equipo se refleja en su gente", decía una manta gigantesca que colgaba en una de las cabeceras del inmueble y que hacía lucir no sólo el imponente Cerro de la Silla y aficionados festejando, si no la conexión que los seguidores retomaron con su equipo. Cuando el histórico ex jugador Magdaleno Cano salió cargando, previo al partido, el trofeo que se disputa en esta Final, ya la afición había cantado y lanzado porras que llenaron de vida un estadio del que la afición se había alejado en este semestre. La reconciliación volvió tras al repunte que tuvieron desde que llegó Antonio Mohamed al banquillo y gracias a la actuación del equipo en el Mundial de Clubes. La hinchada se mostró ansiosa por darles cariño ahora que pelean el título de Liga. Ya nadie se acuerda de Diego Alonso. Los 52 mil 929 aficionados que prácticamente llenaron el estadio y que eran inmensamente mayoría Rayados, salieron felices. Afuera del BBVA las porras seguían, los gritos no cesaban, ya que la confianza de volver a ser campeones luego de nueve años está más viva que nunca. "Nos falta poco, ya verás el domingo, en el Azteca otra vez vamos a ser campeones", dijo un fan mientras salía del estadio. "Dios te oiga", le contestó su compañero. "El domingo tienen que dar el último tirón".
@JCarvajalCANCHA |