Continúan los distintos torneos con sus diferentes niveles de calidad en cuanto al futbol ofrecido.
En la Champions League, la futbolera competencia de mayor envergadura en el mundo, ayer el demoledor Bayern Múnich goleó a domicilio al Chelsea, y una floja actuación le alcanzó al Barcelona para rescatar un empate en la cancha del Napoli.
Hoy, en los franceses lares, el Lyon recibirá a la poderosa Juve; y en su recinto merengue el Real Madrid será anfitrión del Manchester City.
Si no debe apostarse mucho por los respectivos favoritos para convertirse en cuarto-finalistas (¿Liverpool, PSG, Atalanta, Juventus, Barcelona, Real Madrid, Bayern Múnich y RB Leipzig?), lo que sí queda prácticamente garantizado es el buen futbol en cada uno de los partidos que se disputan a estas alturas del torneo.
Mientras tanto, en la Liga Española se preparan para disfrutar del partido más importante del año: Real Madrid vs. Barcelona, encuentro del próximo domingo en el que podría definirse un buen pedazo del título en disputa, que en su edición 2019-2020 indudablemente será -para no perder la costumbre- de alguno de los dos más grandes equipos de España.
Después, bajando algunos escalones, por estos aztecas lares está la Copa MX con sus cuatro flamantes semifinalistas que así se enfrentarán -a partir del próximo martes- en los duelos de 180 minutos de la penúltima instancia: Toluca vs. Xolos y Monterrey vs. Juárez.
En medio, arriba de esa Copa pero abajo de la Champions League, está la Liga MX, que en el actual torneo, después de siete jornadas, ha vuelto a mostrar como principal rasgo distintivo la casi generalizada inconsistencia en el funcionamiento de los equipos.
Ni de una semana a otra, y ni siquiera dentro de un mismo partido, hay equipo alguno que garantice un mínimo de rendimiento.
Incluso el líder de la competencia, el subcampeón conjunto americanista, ha manifestado inquietantes altibajos en su desempeño pero ha salido airoso gracias a su indeclinable mentalidad ganadora... y a Guillermo Ochoa.
En su cancha los Pumas golean sin dificultades al San Luis, y en su siguiente partido como locales son claramente superados por un Morelia que llegaba a ese enfrentamiento ubicado abajo de la media Tabla.
Y esos mismos potosinos goleados por los Pumas, en la siguiente jornada doblegan clara e inobjetablemente al poderoso León, que a ese partido llegaba como brillante líder de la competencia.
El Monterrey, campeón hace apenas dos meses, ocupa el último lugar de la Tabla y está prácticamente eliminado con 10 jornadas por jugarse.
¿Falta de profesionalismo?, ¿deficiente cultura deportiva?, ¿incapacidad para asumir la plena responsabilidad en cada partido de cada torneo?, ¿adocenamiento de futbolistas que cobran cantidades estratosféricas y suelen conformarse con lo poco o mucho que van ganando en la cancha?, ¿mediocridad fomentada por el sistema de competencia?
Será por lo que sea, pero de esa endémica irregularidad sigue sin curarse el futbol mexicano... y menos podrá sanar a partir de la cancelación del descenso.
Habrá que acostumbrarse.
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