Desde mi llegada al mundialista Estadio Tecnológico se respiraba un fuerte aire de despedida mezclado con una discreta esperanza de Liguilla.
Ya sentado en la cabina de transmisión de la emisora de radio en que trabajo, no podía evitar los muchos recuerdos, maravillosos, buenos y no tan buenos, que viví en este inmueble.
El Estadio Tecnológico por algunos años fue la extensión perfecta de mi casa, y con un nudo en la garganta les dejo mi total agradecimiento a ustedes aficionados que estuvieron y compartieron conmigo ese pasaje de mi vida.
Entiendo perfectamente bien lo que deben estar sintiendo, ahí sufrimos y festejamos, nos emocionamos y hasta lloramos juntos y ayer atestiguamos cómo el tiempo se encarga de cambiar lo viejo por lo nuevo, así de fácil.
Pero nos queda la tranquilidad y la certeza que la historia escrita en este césped y en estas gradas nadie, y tampoco los años, la destruirá.
Ya entrando en el tema futbolístico, toda las combinaciones y probabilidades de clasificar que se manejaban durante la semana se toparon con la falta de contundencia del ataque rayado.
Curiosamente esa misma falta de contundencia enseñada ayer en la cancha fue la misma que traía el futuro de Monterrey en manos de terceros, les recuerdo que toda esa dependencia de varios resultados de otros partidos nació de la paupérrima diferencia de goles que tenían los Rayados.
Mohamed intentó lo correcto, abrir el juego, buscar el arco rival pese a que defensivamente se vieran vulnerables.
Los Pumas dejaban muy en claro por qué llegó a Monterrey sin posibilidades de clasificar y los Rayados no cantaban mal las rancheras.
Quien fue incoherente, con su posición en la tabla de goleo y sus fallas frente al arco rival, fue Dorlan Pabon, que de estar atinado pudo haber anotado dos o tres goles.
Bueno, la eliminación al igual que el Estadio Tecnológico se transformaron en historia, en lo personal quiero darle un reconocimiento a la afición de Rayados por esa emotiva despedida y esperar que la institución acepte el fracaso, aprenda de ello y refuerce adecuadamente el equipo acorde a la calidad de su nueva casa.
NO HABRÁ POLÉMICA Los Rayados no se prestaron para que Tigres los ayudaran y con eso les quitó de encima una responsabilidad que, conociendo al medio local, fácilmente pudo convertirse en una gran polémica si los felinos perdían hoy frente al Toluca.
No creo que los felinos pensaran en eso, pero esa posibilidad ya desapareció y el único beneficiado con una victoria en Toluca serán los mismísimos Tigres.
Se les "agüitó" la fiesta a los que estaban preparándose para la polémica, qué ridículo sería escuchar tonterías como "Tigres se dejó ganar", o cosas por el estilo.
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