Hay una noticia mala y una buena para la Selección.

La mala es que por diferentes causas, ha perdido valor.

La manera de dárselo, en el caso de cualquier equipo del mundo, es sumando lo que aporta cada uno de sus integrantes.

Y a México se le terminó una buena parte de lo que fue su columna vertebral en los últimos Mundiales.

Rafa Márquez jugó el de Rusia con 39 años y 148 partidos internacionales.

Andrés Guardado lo hizo con 31 años y 151 participaciones en la Selección Mayor. "Chícharo", con 30 y 106. Un poco mayor que Carlos Vela, que se presentó con 29 años y 72 partidos internacionales.

No sabemos si estos dos últimos querrán y podrán estar en el Mundial de Qatar, a celebrarse en poco mas de dos años. Como tampoco es un dato cierto que Héctor Moreno, jugando hoy en la frágil Liga del que será anfitrión de esa Copa del Mundo, mantendrá el nivel competitivo que le haga parte de la nueva columna vertebral.

Si Luis Montes ya se descartó para ser convocado nuevamente e Hiram Mier habría hablado con Martino para darle preferencia a su club, se empiezan a sumar más obstáculos para este ciclo mundialista.

Ya no sólo se trata de saber quién es capaz de pelear un puesto, sino a quién se le pega la gana de ir.

Pensemos que hay algunos puestos titulares "garantizados" con futbolistas de calidad y experiencia: Carlos Salcedo, Néstor Araujo -¿Héctor Moreno?- podrían jugar la central, Jesús Gallardo el lateral izquierdo, "Chucky" Lozano, "Tecatito" Corona y Raúl Jiménez -¡por supuesto!- las posiciones de ataque y Héctor Miguel Herrera un sitio importante en el medio campo, haciendo sociedad con Edson Álvarez.

Claro que tendrían que jugar más quienes no lo hacen en sus clubes, desear defender al Tri y pelear la titularidad contra nombres que, por hoy, están escritos a lápiz an la lista de Martino porque hay que probar primero que son candidatos verdaderos para una lista mundialista.

Los Macías, Urieles, Vásquez, Romo, Sánchez, Beltrán, Martin, Córdova y compañía tienen una hoja profesional con apenas algunos renglones escritos -mucha juventud, grandes sueños, poca experiencia- que necesitan ser llenados cabalmente para recobrar parte de ese valor perdido en el Tricolor.

La buena noticia es que trabajarán con un hombre de gran mundo, competitivo, como Gerardo Martino y que las vacantes están abiertas porque a la Selección le llegó el tiempo obligatorio de renovarse, sacudirse... y revaluarse.

La pandemia ha reducido el número de partidos internacionales, modificado la eliminatoria y puesto más dificultades a la gestión del "Tata", necesitado de apoyo, paciencia de la que el futbol puede y mucha determinación de todos los involucrados.

De lo contrario, el sueño del quinto partido puede quedar más lejos que otras veces.

 
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