De las últimas diez temporadas en España, cinco se han definido por una diferencia de uno a tres puntos. Es decir, en la última jornada. En una más, el campeón tuvo cuatro unidades de distancia respecto al segundo lugar.

Solamente tres de las últimas siete vueltas olímpicas del Barcelona se celebraron con anticipación: una sobre el Madrid con 15 puntos de diferencia (2012-13), y dos más sobre el Atlético de Madrid (las dos temporadas más recientes) con 14 y 11 puntos de distancia respectivamente.

El triunfo del Real Madrid en la cancha de Anoeta le permite tomar la primera posición de la tabla. Depende de sí mismo, anuncian tanto la tabla como los comentaristas ibéricos. Pese al empate en puntos, los resultados particulares lo determinan así. (0-0 en Barcelona y 2-0 en Madrid).

Faltan muchas jornadas para que LaLiga se termine: ocho en total. Y pese a la mala campaña del Barcelona como visitante, no se puede adelantar nada porque cualquier partido, hasta el menos pensado, es susceptible de perderse.

El calendario le depara dos posibles dificultades mayores a los azulgranas: visitar al Atlético en el Wanda Metropolitano el 1 de julio y pararse en la cancha del sotanero Espanyol en lo impredecible de un derbi catalán.

Volvamos a lo de ayer.

El VAR, nacido para evitar la polémica pero incapaz de extinguirla por completo, tiene influencia decisiva: un gol que hubiera significado el empate a uno para la Real Sociedad, es anulado por fuera de juego de Mikel Merino pese a que no interviene directamente en su camino pero si está cercano a la trayectoria del balón.

Un minuto después, el Madrid marca el dos a cero.

Las conjeturas que existen en cualquier Liga sobre el peso de ciertas camisetas acompaña al Madrid desde hace varias décadas.

Una tabla extraoficial pero divertida que publica semanalmente el diario madrileño As dice que sin VAR, no estarían empatados los dos colosos de futbol español: Real Madrid tendría una ventaja de cuatro puntos.

Ya sabremos el 19 de julio como se define LaLiga española, pero hay un punto importante a resaltar: el Real Madrid se ha reconvertido y tiene su mejor campaña sin Cristiano Ronaldo en el equipo.

Los logros del equipo merengue con un revaluado Zidane han sido a través de un equipo más colectivo: a falta de alguien que marcaba cuarenta goles por año, ahora aprendió a defender mejor: ha marcado 12 goles menos que el Barcelona, pero ha recibido 10 menos. El juego de hoy en la Casa Blanca se llama equilibrio.

Sobrevivir a la ausencia del portugués es un mérito para el Madrid y ver LaLiga en riesgo aun con Messi en la ciudad condal, una preocupación para el Barcelona.

¿Podrá el Madrid capitalizar su mejor ánimo y calendario?

La recta final será imperdible.

 
Twitter: @FJG_TD