Durante muchos años, el futbol el futbol mexicano parecía exclusivo del centro y sur del País.
Más allá del periodismo centralizado de toda la vida, aquí se trataba de algo literal; el norte y el Pacífico de México contaban con muy pocos representantes a comparación de las otras regiones, pero conforme el balompié fue evolucionando hacia un lado más industrial fueron apareciendo nuevos equipos llamados de expansión.
En 1988 apareció el Santos Laguna y llegó para quedarse. Los Guerreros son uno de los equipos que jamás a perdido la categoría, es uno de los invitados más recurrentes a Liguilla y en su corta historia suma seis títulos. Uno más que el Monterrey, los mismos que Pachuca y uno menos que los poderosos Tigres y el histórico Pumas.
En el 2011 ascendieron los Xolos y llegaron para quedarse. El xolaje consiguió su primer campeonato apenas en su tercer torneo, logró estabilizarse en la Tabla porcentual, cuenta con estadio moderno y suele ubicarse arriba de la media Tabla.
En el 2019 cayeron los Bravos y llegaron para quedarse. Los fronterizos lucen como un proyecto serio, comienzan la construcción de su nuevo estadio y son respaldados por empresarios importantes.
Es evidente que la Liga MX ha decidido explorar lugares etiquetados como no futboleros, pero con la capacidad económica necesaria para generar un mercado sano.
Si repasamos los últimos equipos emproblemados en el futbol nacional nos daremos cuenta que la gran mayoría pertenecen a estados en malas condiciones: Puebla, Veracruz, Chiapas y Morelia.
¿Si Michoacán tiene 5 millones de representantes en Estados Unidos por falta de empleo, si no pueden garantizar la seguridad en muchas zonas y viven una desigualdad espantosa, cómo pretendemos que sostenga un equipo de futbol?
¿Cómo pretendemos que Veracruz tenga un equipo de futbol después del desfalco a su gente y la incertidumbre que viven como sociedad?
En el 2020 llegará Mazatlán y parece que viene a quedarse con un respaldo poco común en estos tiempo del Gobierno, estadio de primer mundo, gente ávida de futbol, a cuatro horas de Durango en carro y un puerto majestuoso que sirve de conexión con Asia.
El estado de Sinaloa cuenta con cuatro equipos en Liga del Pacífico de beisbol: Venados, Algodoneros, Tomateros y Cañeros. Los cuatro con buenas entradas en los estadios, lo que significa que poder adquisitivo existe para traer un nuevo espectáculo deportivo.
Conforme los planes de desarrollo avancen, la Liga MX se irá alejando de las plazas que no cuenten con la capacidad para sostener un equipo de Primera.
La descentralización del futbol mexicano es una realidad, ahora solo falta que los medios nacionales se den cuenta para hacerlo oficial. Si el futbol se miraba hacia el sur, ahora tendrá que verse hacia el norte.
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